Es el programa revelación del año. Éxito de rating y de crítica. La última joya del remozado Canal 13. “En Su Propia Trampa” es una genial combinación del periodismo de investigación más riguroso con la comedia mejor lograda, en la cual le dan su merecido a esos frescos, estafadores y otros pinganillas de medio pelo que nos hacen la vida imposible.
El lado lúdico viene del joven mago Diego López, quien inspirado en el “Mago Enmascarado”, pensó la idea de un programa en el cual se revelaran los trucos de los delincuentes. El lado periodístico es cortesía de Emilio Sutherland, experimentado periodista del programa “Contacto” con gran trayectoria en casos de investigación de gran resonancia pública, como la que terminó en la condena por pedofilia de Jorge Lavandero. Además, la dirección televisiva está a cargo de Rodrigo Leiva, hombre que ya ha dado muestras de su maestría en el género documental en “Cásate Conmigo”. Ellos, junto a un equipo de periodistas y expertos en efectos especiales, han logrado desarrollar sofisticados montajes en los que han dejado en ridículo a todos aquellos que suelen dejar en ridículo a la gente decente y honesta.
Este programa es una reivindicación en dos sentidos: por una parte, nos da a los ciudadanos el innegable placer de ver sufrir a los exponentes del rasgo más detestable de nuestro país: el ventajismo, el “ingenio y la picardía del chileno”, la “viveza criolla”, la más picante de las inteligencias. Da gusto ver a los brujos chantas, a los que lucran con el “Pepito paga doble”, a las gitanas, a los estafadores telefónicos y a los arrendatarios patudos sufriendo y dando jugo frente a todo Chile. Además, logra algo sumamente importante: que le perdamos el miedo a estos tipos. Ciertos programas, como “133”, “En la mira” y “Aquí en vivo”, con su sensacionalismo y predilección por la violencia, suelen mostrar a los delincuentes como tipos violentos, incontrolables y temibles, ante los cuales los ciudadanos no saben a qué atenerse. “En Su Propia Trampa” muestra la naturaleza miserable de su situación: tipos mediocres y flojos, que pasan por la vida tratando de hacer tontos a los demás, pero que en el fondo son tanto o más tontos que sus víctimas.
Además, “En Su Propia Trampa” es una reivindicación televisiva. Constituye un verdadero oasis dentro de la chatura creativa de la televisión chilena actual. Cumple a cabalidad con las tres misiones de la televisión: entretiene, educa e informa.
Entretiene, porque el uso del humor está muy bien logrado. Los montajes están muy bien planificados y funcionan como reloj. Es como “Golpe Bajo”, pero útil. El episodio de los brujos fue simplemente desopilante
Educa, porque le enseña de manera didáctica a la gente a no dejarse engañar por los timadores. El segmento en que se muestran los “últimos trucos” es un gran ejemplo de ello. Aunque los despistados siempre existirán, estoy seguro que la clientela de las gitanas, los brujos y los promotores del “Pepito paga doble” va a disminuir drásticamente.
Informa, porque cada performance está sustentada en una rigurosa investigación periodistica que le da contexto. Por ejemplo, en el caso de los brujos, cuando una olla con trozos de madera encendidas por uno de ellos a modo de incienso estaban provocando un amago de incendio, se mostró un caso de una “sesión de espiritismo” que terminó en un voraz incendio con consecuencias fatales.
En diversas entrevistas ha salido esta pregunta: “¿y porqué se hacen cargo solamente de los delincuentes de poca monta y no le hacen nada a los “peces gordos”?”. Concuerdo con la respuesta que ha dado Sutherland: estos delincuentes son como las pirañas, pescaditos chicos que hacen mucho daño. Además, existe desde hace mucho tiempo programas efectivos y de gran nivel que se están haciendo cargo de los peces más gordos, como el mismo “Contacto”, “Informe Especial” y “Esto No Tiene Nombre”
“En Su Propia Trampa” es una gran muestra del nivel de televisión que muchos chilenos queremos. Demuestra que se puede entretener sin necesidad de caer en lo superfluo e inútil, y que se puede educar e informar sin necesidad de aburrir. Indica el camino que deben seguir los canales si no quieren que las audiencias se les sigan yendo al cable o a Internet.