La reconocida actriz chilena está casada con el ex encargado del área cultural de TVN, quien actualmente padece una lamentable enfermedad. La intérprete que llegó a ser presidenta del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes en el gobierno de Michelle Bachelet, confiesa que este es el periodo más duro que le ha tocado vivir.
Paulina Urrutia conversó extensamente con CNN sobre varios aspectos fundamentales de su vida: el trabajo, la pandemia y el Alzheimer que aqueja a su marido, el periodista Augusto Góngora. La pareja disfrutó de un noviazgo por 20 años y se casó en 2014, justo después de que se le diagnosticara la condición al comunicador.
«El hecho mismo fue muy importante, porque así debiera ser siempre el sentido de casarse, el comprometerse con una persona en salud o en enfermedad, cuando se está bien o mal (…). Fue un regalo el Augusto», expresó al respecto.
La artista indicó que estar con su pareja todo este tiempo «ha sido muy difícil y doloroso», sobre todo en su rol de «mujer cuidadora» y el trato con terceros. «Lo que se avanzaba en años, se avanzó en meses, semanas, de un día para otro», explicó sobre el avance de la condición.
Situaciones como no poder levantar a su esposo por sí sola, se sienten con profunda impotencia: «Me dice que lo ayude y yo por más intentos que haga, no puedo”, dijo Urrutia.
«Yo creo que lo más difícil que he vivido este último tiempo es darme cuenta de que, pese a toda la voluntad y amor, hay cuestiones tan duras como que ya no me lo puedo. Yo he vivido momentos muy duros al constatar la miseria humana, la impotencia, la vulnerabilidad extrema, que no es solamente de él, sino que es la mía también”, reflexionó.
La artista afirma que tiene consciencia de que la enfermedad seguirá evolucionando y por eso deberá llegar algún momento en que deba «ser capaz de separar a la cuidadora de la mujer y permitir la ayuda para mí”, señaló.
«Yo me resistí mucho tiempo a que me dijeran cuidadora, yo decía que era su mujer y, por lo tanto, no entendía otra manera de ser la mujer de Augusto si no asumía su cuidado, pero el momento más crítico lo estoy viviendo ahora”, explicó.
«Yo viví el proceso que viven muchas mujeres, porque las cuidadoras, especialmente en Chile, un 86% son mujeres y suelen ser las hijas, hermanas, sobrinas o mujeres de personas que están enfermas. Yo en dos segundos dejé de ser mujer y dejé de ser actriz para convertirme en la cuidadora de Augusto y eso repercute”, confesó.
Asimismo, reflexionó sobre la sociedad y la necesidad de asumir que, llegando a cierta edad, todos debemos depender del cuidado de alguien más, «eso es parte de la humanidad», sostuvo. «La sociedad tiene que aprender a ser más humana, a no solamente valorar logros y éxitos, sino que también valorar las caídas, las precariedades y la vulnerabilidad”, expresó.
De igual manera, reveló que, aunque hubo intensión de tener hijos, finalmente no fue algo que se concretara. «No tuve hijos, pero creo que todos tenemos que hacernos cargo de alguien que depende absolutamente de nosotros y, en mi caso, no iba a ser un hijo, iba a ser mi marido», señaló
Cabe recordar que el Alzheimer es una enfermedad degenerativa que genera problemas de memoria, pensamiento y comportamiento. Los síntomas, por lo general, se desarrollan lentamente en etapa adulta y se agravan con el tiempo hasta interferir en actividades cotidianas e inhabilitar a la persona.
Consultada por si Augusto aún la recuerda, la intérprete cree que así es. «Yo diría que sí, ya que cuando se siente perdido a quien llama es a la Pauli (…) mi voz lo calma, mi mano lo calma, sé cómo hacerle cariño para tranquilizarlo», expuso.
«Soy yo y no soy yo. Yo creo que eso también es esta enfermedad, es darnos cuenta de que todos para calmarnos a lo mejor no necesitamos a la mamá que yo perdí, necesitamos a otro, alguien que esté ahí para contenerte, para hacerte reír, para acompañarte», concluyó Paulina sobre el tema.