En conversación con el primer programa virtual dedicado a la ficción nacional, «Modo Teleseries», el actor que debutó hace veintiséis años en televisión, hizo un recorrido por los momentos más importantes de su carrera.
Tu carrera televisiva partió el año 1994 con “Champaña”, ¿cómo recuerdas tu ingreso al área dramática de Canal 13?
Fue muy especial, porque yo estaba estudiando actuación en la Universidad de Chile y fui a hacer el casting porque Alfredo Castro, que era mi profesor, me contó que estaban haciendo un casting. Yo nunca pensé estar en la televisión, porque cuando fui a hacer el casting había más de cuatrocientas personas postulando, entre ellos modelos y gente muy guapa, entonces pensé que no había ninguna posibilidad. Fui pasando las etapas y al final quedé en este personaje de “Champaña”, que era nieto de Malú Gatica y también trabajaba con Ana González, entonces imagínense. Mi primera escena fue con ellas dos, entonces para mí fue un honor y un regalo de la vida. Ahí empezó un trabajo duro del cual yo nunca había sido parte, era todo nuevo y muy profesional, yo tenía 18 o 19 años entonces me costó un poco el ritmo, que era súper duro al igual que las críticas y la exposición. Es un mundo que no es fácil, la gente lo mira de afuera y no sabe lo que uno vive dentro de eso, y sobretodo cuando se es tan joven. Yo creo que es importante subrayar eso, lo difícil de enfrentarte a un mundo profesional cuando uno es muy joven y no ha experimentado nada.
¿Cómo fue trabajar tan de cerca con monstruos de la actuación como Malú Gatica o Ana González? ¿Qué recuerdos tienes de ellas?
Lindos recuerdos, preciosos porque eran muy cariñosas. La Malú era una profesional notable, se sabía todos los textos y las historias, iba para adelante y para atrás con sus personajes, sabía cómo justificarlos. Recuerdo también el ritmo que ella tenía, su trato con el resto y su empatía. Ese momento para mí fue una escuela. Ana González, por otro lado, manejaba muy bien el ritmo de la comedia, también recuerdo cómo se manejaba tras backstage, cómo se preparaba, cómo aprendía los textos, etcétera, todo eso para mí era un mundo maravilloso donde podía empezar a comprender el profesionalismo y cómo se tenía que llevar a cabo la vida del actor. Yo en la escuela tuve grandes maestros, más encima, como Fernando González, Alfredo Castro, Rodrigo Pérez o Gaby Hernández, entonces tenía la parte pedagógica y docente, y por otro lado la profesional. Me fui empapando de un mundo increíble y lleno de aprendizaje.
Con “Amor a Domicilio”, se dio tu cambio de equipo del primer semestre al segundo semestre. ¿Cómo llegaste al proyecto? ¿Qué significó esa teleserie, que ya cumplió 25 años de su estreno?
Yo venía de “El Amor está de Moda”, una teleserie que fue considerada un fracaso, aunque con los ojos de hoy sería un éxito total. Pero fue una teleserie muy difícil de grabar, tenía muchos problemas de guión y de rating. Cuando yo estaba grabando esa teleserie, el director Cristian Mason me llama para “Amor a Domicilio”, invitándome a trabajar con este personaje en el que también tuve que hacer un casting. Desde ese momento y hasta el día de hoy, la gente sigue recordando al José de “Amor a Domicilio”. Estaba muy bien escrito ese personaje por el Chascas Valenzuela, tenía una humanidad y gran humildad, había un trabajo muy grande al enfrentarlo. Recuerdo cómo se enamoraba de este personaje extremo que hacía Luz Croxatto, Evelyn Jara Machuca. Fue un punto de inflexión dentro de mi carrera, José y Leonardo han sido personajes que han marcado y de los cuales la gente se acuerda muchísimo, también han sido un aporte para mí. Si bien todos los roles que he hecho en teatro y TV han sido un aporte en lo personal, siento que José y Leonardo fueron casos más extremos de la recepción del entorno.
¿Algún momento favorito grabando “Amor a Domicilio”?
Han pasado 25 años, imagínense. Yo tengo bonitos recuerdos, éramos un grupo de jóvenes que lo pasábamos muy bien, muchos de 20 o 30 años, imagínense lo que puede pasar en ese grupo. Éramos como una familia y lo pasábamos muy bien, era otra época y otro Canal 13; exitoso, lleno de vida, donde se veía y se olía el éxito, y eso también se transportaba a otras cosas. Era un Canal 13 lleno de planes y de proyectos. Lo que es ahora, me tocó trabajar el año pasado en “Río Oscuro” y el canal es otra cosa, totalmente muerta. No tenía vida, daba mucha pena haber dejado ese canal lleno de vida y ver cómo está ahora. Pero volviendo a “Amor a Domicilio”, guardo muy bonitas experiencias y pasaron muchos chascarros en la pizzería misma, grabábamos muchas escenas y tampoco había mucho tiempo de leseo. Es muy difícil que pasen muchas cosas, porque son tantas escenas que uno no puede parar.
Otro éxito en el que participaste fue “Adrenalina”, que recientemente también fue exhibida en REC TV. ¿Qué recuerdas de esa teleserie?
Esa teleserie fue un cambio social. Ni les explico la cantidad de cartas que llegaban reclamando por la libertad y explosión de la juventud en esa época, que reflejaba lo que estaba pasando en el mundo a mediados de los noventa, y la gente en este país no se estaba dando cuenta. Ése fue el gran éxito de la teleserie, que reflejaba la juventud explosiva que estaba viviendo en esos momentos. Fue una experiencia extraordinaria también, eran teleseries jóvenes con protagonistas jóvenes, y era como estar en clases. Las experiencias, los proyectos que surgían, todas esas cosas, era realmente un mundo. Había mucha vida en esa época, y estaba el teatro de la Universidad Católica, entonces yo recuerdo que en “Adrenalina” muchos de nosotros estuvimos en “Romeo y Julieta”, junto con Francisca Imboden, Álvaro Morales, Teresita Reyes, Remigio Remedy, entre otros. Había un mundo de gente que estábamos en teatro, inventábamos, creábamos y éramos muy activo. Yo creo que era un poco el reflejo de los noventa, y “Adrenalina” fue una explosión, imagínense el rating que tenía.
Hablando de “Romeo y Julieta”, tu personaje de Gaspar tenía una historia de amor similar con Sandra, interpretada por Aranzazú Yankovic…
Exactamente, Gaspar y Sandra tenían una historia bien parecida a lo que era “Romeo y Julieta”. Los padres se odiaban, pero al final terminaban juntos.
En “Adrenalina” conociste también a Camila Videla, que formaba parte del elenco y es tu pareja hasta hoy. Incluso sus personajes tuvieron un romance en la trama…
Sí, ahí la conocí, su personaje era la Loreto Amenábar y es muy divertido, porque la gente todavía la reconoce por ese nombre y a mí por Gaspar. Estamos hablando de hace veinticuatro años atrás y la gente todavía se acuerda. Respecto al romance, Pablo Illanes (guionista) no encontró nada más divertido y genial al saber que estábamos pololeando, que inventar un pololeo entre Gaspar y Loreto. Todo eso fue una creación del guionista, que inventó una historia a partir de nuestra historia. Jamás pensamos que íbamos a estar veinticuatro años después recordando esos momentos, ahora con una familia y estando juntos todo este tiempo.
¿Cómo se dio tu paso en 1997 a la naciente área dramática de Mega, en ese entonces Megavisión, considerando que venías de exitosas teleseries en el 13?
Inicialmente, yo tenía un personaje en “Playa Salvaje”, pero llamó Herval (Abreu) para irme a Mega. Yo en ese entonces era muy joven, tenía 22 años y ya llevaba 4 años en Canal 13, tenía ganas de experimentar y dar este paso. Así que lo hice, no tenía nada que perder y quería trabajar con Herval en esa época, quería el proyecto, quería estar en una nueva visión, así que acepté y debuté en “Rossabella”, que fue la primera teleserie y tuvo un éxito bastante grande, en donde yo tenía un personaje que era un protagónico de los jóvenes, porque esa teleserie no era precisamente juvenil. Recuerdo que me invitaron a ser jurado del Festival de Viña en 1997, cuando estaban dando las promociones de la teleserie y me fue bastante bien como jurado, entonces de alguna u otra manera, empezaron a promocionarme a mí también
Terminaste bailando la “Macarena” al lado de una gran estrella como Thalía…
Me hice amigo de Thalía, totalmente (risas). Íbamos a tomar pisco sour y todo, con Verónica Calabi y Nacho Cano también lo pasamos increíble. Fue muy agotador porque yo igual tenía que seguir grabando, me tenía que devolver a Santiago hasta que en la segunda noche de festival, la producción captó que yo estaba totalmente destruido y ahí no volví a grabar durante cinco días, me quedé en Viña haciendo el trabajo de jurado. Pero claro, quería irme y buscar lugares nuevos, era joven y no tenía nada que perder, entonces me fui y logramos hacer este proyecto que fue en grande. “Rosabella” y “A Todo Dar” fueron proyectos muy entretenidos, éramos una familia, y después al último “Algo está Cambiando” que al final cambió todo.
En “Algo está Cambiando”, tu personaje era la pareja inicial de la recordada actriz Carolina Fadic, ¿qué recuerdos tienes de tu experiencia trabajando con ella?
Yo quedé impresionado con ella. Tenía un gran nivel de profesionalismo, llegaba al set con todas las escenas, estamos hablando de más de veinte escenas, en esa época se trabajaba hasta que el rotero o plan de grabación se terminaran, entonces si eran treinta y cinco escenas había que terminarlas. Ahora tenemos ciertos horarios y cierta cantidad de páginas diarias que los actores no podemos sobrepasar. Y ella llegaba todos los días con los textos aprendidos, no necesitaba el texto en el set. Era una excelente compañera, divertida y generosa, tengo los más lindos recuerdos de ella. Yo no la conocía hasta que trabajamos juntos en “Algo está Cambiando”.
El 2010 fuiste parte de “Primera Dama”, de Canal 13, producción que si bien tuvo baja sintonía los fanáticos han catalogado como una historia subvalorada en su momento, ¿qué opinas de las críticas a la precisión en la forma de medir las audiencias?
Yo creo que, en estos momentos, hay que cambiar el punto de medición. Sé que algunos canales lo están haciendo, porque ya no todo el mundo ve televisión abierta, por ejemplo mi hijo, los jóvenes ya no están viendo televisión abierta. Muchos sí lo hacen porque no tienen los medios para otra plataforma, pero con la conexión que tenemos ahora con los smartphones, que la gran mayoría del país tiene un celular o acceso a internet, entonces la gente ya está acostumbrada a ver sus programas a la hora y al minuto que quiera. Los mayores todavía siguen queriendo ver su teleserie a la hora que corresponde, pero el resto tenemos las maratones. Ayer empecé a ver “La Jauría” y me vi 3 capítulos, ya no estoy acostumbrado a esperar una semana más para ver otro capítulo, ya no lo concibo. Entonces creo que debe haber otras mediciones, a través de streaming o de internet, o sea existen los medios y eso es lo que tienen que medir ahora. Y se tienen que abrir porque ya el mundo cambió, sobretodo en esta pandemia, el mundo cambió.
En 2014 hiciste “Buscando a María”, última teleserie financiada por el CNTV que tuvo un desafortunado paso por la pantalla de Chilevisión, ¿qué te parecieron las decisiones programáticas que afectaron a esta producción?
Pésimas. Es gente que no sabe de televisión, lo diré súper claro, gente que no se arriesga. En cambio, ahora Chilevisión tiene otra visión, otra programación, ellos calentaron el minuto para poder dar la teleserie “Gemelas”, encontré genial lo que ellos hicieron, porque calentaron ese espacio con “Pasapalabra” y cuando ya estaba con un buen rating, tiraron esa teleserie y en un principio le fue muy bien. Pero lo que hicieron en esa época con “Buscando a María” fue que la anunciaron y la sacaron, y en el momento en el que se anuncia algo y luego se saca de pantalla, la gente dice “este producto no es bueno”, es lógico. Además la alargaron mucho, la promocionaron en el Festival de Viña para marzo y no la dieron, después en abril tampoco, y ya ni recuerdo cuándo la dieron finalmente, mucho tiempo después. Entonces fueron muy malas opciones, la dieron en un horario que no estaba caliente, la gente no estaba acostumbrada a ver una teleserie chilena a las cinco o seis de la tarde. Y después la volvieron a repetir con un pésimo rating hasta que la sacaron de nuevo, entonces yo creo que hay un tema de programación que no estuvo bien, el cómo ellos programan y promocionan algo.
Volviste a Canal 13 con “Río Oscuro”, que también bastante maltrato en pantalla, su último capítulo terminó a las cuatro de la mañana. ¿Qué sensación te dejó esa teleserie?
A mí me llamaron a la mitad de ese proyecto, mi personaje entraba en el capítulo 40 y eran alrededor de 80. Cuando yo entré, ya le estaba yendo mal, no tan mal porque aún tenía como seis o siete puntos, pero cuando ya llevaba una semana grabando bajó mucho el rating y la cambiaron de horario. Yo creo que había que potenciar el texto y cambiar muchas cosas, pero también había que promocionar. Canal 13 nunca nos invitó a los matinales, por ejemplo. Vean lo que hace Mega; nos ponen en “Mucho Gusto”, hablan de la teleserie, vamos a otros programas y están todo el día en torno a las teleseries, pero en el 13 no, era como una cosa aparte. Yo creo que “Río Oscuro” tuvo problemas de entendimiento de la audiencia, la gente no entró en el lenguaje y después ya no le dio una segunda oportunidad, la dejaron de ver. Estamos hablando de una teleserie que vino después de “Pacto de Sangre”, tenía muy buen rating. Se supone que después de esa teleserie, deberíamos haber mantenido ese rating pero no fue así, yo creo que se la jugaron por una teleserie extremadamente distinta a la anterior y ahí estuvo el riesgo. Yo creo que la tuvieron que dar porque habían contratos de por medio, pero ya que la den a las cuatro de la mañana, mejor no darla.
En esa teleserie te reencontraste con Cristian Mason, director de “Champaña y “Amor a Domicilio”…
Después de 25 años nos reencontramos, imagínense el cambio, el paso mío y el paso de él, cómo uno se va reencontrando con algo y recordando su manejo y su visión. Fue muy bonito porque yo empecé con Cristian, él fue quien me dio la mano para poder continuar con mi trabajo en televisión.
También trabajaste por primera vez con actores con los que nunca habías te habías topado en teleseries, como Amparo Noguera, Mariana di Girolamo, Claudia di Girolamo, Gabriel Cañas o Seide Tosta, por nombrar algunos...
Con Claudia yo había trabajado en una obra y con Alfredo (Castro) hace muchos años, que era “La Catedral de la Luna” y donde ella era mi mamá, en el Teatro Nacional. Con Amparo nos conocíamos de la vida y habíamos estado juntos en distintos lugares, pero nunca en el escenario. Con Gabriel y Mariana tampoco, así que fueron compañeros nuevos. Con Katyna Huberman sí habíamos trabajado antes también en teatro.
Tu último personaje en teleseries es Leonardo San Martín de “Verdades Ocultas”, a quien creímos muerto y antes de la pausa por la pandemia reapareció. ¿Qué veremos de este personaje?
No puedo contar mucho, porque estoy súper restringido por razones obvias, para mantener la sorpresa. La teleserie quedó en un peak muy alto de rating y de expectativas, estamos muy contentos. Este personaje nunca ha estado muerto, siempre estuvo vivo y ahora vuelve, pero yo creo que ahora vuelve por venganza y sobretodo, vamos a empezar a entender por qué está de la manera que está. La gente en las redes sociales empezó a preguntarse porque tiene la cara deformada, si sólo hubo disparos en el cuerpo, etcétera. Eso es lo que tiene la magia y la tensión de “Verdades Ocultas”, vamos a empezar a conocer qué es lo que pasó con Leonardo.
¿Crees que este año podrán retomar las grabaciones? ¿En qué está el proyecto?
Estamos en una pausa, tenemos que ver cómo volvemos. Los protocolos de Mega ya están establecidos, hay mucho resguardo y ahora tenemos que esperar a que termine la cuarentena en Santiago, para poder empezar a ver cómo vamos a empezar a grabar. Pero los protocolos ya están, fueron aprobados por el canal y ahora tiene que pasar a otras etapas a nivel ministerial.
De todos tus personajes en televisión, ¿cuál es tu favorito?
Sin duda, José de “Amor a Domicilio”.
¿Y cuál fue el más complejo de interpretar?
Leonardo de “Verdades Ocultas”.
¿Qué personaje te gustaría hacer?
Me gustaría hacer un personaje de serie, que tenga un conflicto sicológico, que pueda llevar un montón de matices y que sea súper realista, también. Yo creo que eso, me gustaría darle una profundidad en una serie, porque son menos capítulos pero uno puede manejar mejor las profundidades.
Además de las grabaciones de “Verdades Ocultas”, ¿qué otros proyectos esperas retomar luego de esta pandemia?
Justo estábamos empezando a ensayar una obra, que la tuvimos que dejar en pausa, estoy además trabajando con unos productores con los que hacemos eventos grandes de espectáculos familiares, hicimos “Conviértete en Principito” hace dos años atrás y el año pasado “El Grinch y los pascuarenses”, donde yo también dirijo y actúo, y ahora estábamos preparando un espectáculo específico para adultos, otro familiar que tuvo que quedar detenido, así que vamos a ir viendo. Nosotros vamos viendo el día a día, semana a semana, porque no sabemos qué va a pasar tanto en el teatro como en la televisión.
¿Cuáles crees que son los desafíos de la ficción chilena una vez que pase la pandemia?
Yo creo que el desafío de las producciones es poder globalizar, eso es algo en que estamos en deuda. Tenemos que globalizar, cambiar y modernizar las plataformas para poder llegar a un público mayor. Tenemos ejemplos de España, Colombia o México, y yo creo que a eso tenemos que apuntar, a producciones que sean mucho más masivas y globales, que no solamente estén en televisión abierta, sino que también en otras plataformas. Si no nos abrimos a eso, yo creo que podemos empezar a decaer y a morir más de lo que estamos ahora.