Un particular detalle llamó la atención esta semana cuando se vio la apelación de la Fiscalía. En la audiencia faltaba alguien, nada menos que el abogado de Hernán Calderón Salinas, padre de Nano.
Esta ausencia generó todo tipo de especulaciones en las redes sociales y la que tomó más fuerza fue la de que el abogado no asistió porque el padre de Nano Calderón terminaría desistiendo de su denuncia. Sin embargo, el propio García de la Pastora se justificó diciendo que “no teníamos derecho a apelar, ya que el tribunal de garantía nos había dado exactamente lo que nosotros habíamos pedido», aclaró a La Cuarta… pero, ¿qué pasaría si eso llegara a ocurrir?
El mismo medio de comunicación señaló que según fuentes del poder judicial, en caso que se desistiera de la querella, al ser «una acción penal pública, seguiría adelante en la Fiscalía, independiente de cómo se haya iniciado. Éste es un delito que tiene pena de crimen altísima».
“Está obligada a prestar declaración, pero no forzada a declarar contra su hijo. Ahora, si la Fiscalía no cuenta con el apoyo de la persona agredida, le va a costar llegar, porque si no quiere dar su testimonio o acreditar lesiones, va a dificultar todo, independiente de que lo último lo haya hecho en la Clínica Alemana, pues para un juicio o una condena es el Servicio Médico Legal la entidad que debe acreditarlas”, agregaron.
Por su parte, el diario popular se comunicó con el experto en derecho penal, Fernando López, quien aclaró que aún si Hernán Calderón Salinas no desea continuar con su denuncia, el caso sigue adelante: «El parricidio frustrado es un delito pluriofensivo, porque afecta a la sociedad, a la familia y los valores republicanos. Por eso, el ministerio público llevaría adelante la investigación aun cuando el Sr. Hernán Calderón desista en continuar».
Aclaró que aun cuando Calderón Salinas desistiera, esto podría hacer más difícil la investigación, pero no por ello terminarla. «Podría dificultar la investigación llevada a cabo por la Fiscalía Oriente, lo que incluso podría decantar en la recalificación del delito a lesiones graves, gravísimas en contexto de violencia intrafamiliar, que es lo que le convendría al joven, porque el parricidio frustrado tiene una pena alta”, finalizó.