La bailarina de la segunda temporada del programa de talentos de TVN, se convirtió en una de las participantes más queridas por el público, destacando dentro de su generación junto a su amigo Rodrigo Canobra, el único competidor de aquel ciclo que se integró al Clan Rojo.
Se quedó con el segundo lugar del ciclo en el que participó y del cariño del público, pero aún así, no quiso seguir en el espacio conducido por Álvaro Escobar y sólo aceptó volver como invitada al programa de aniversario. De sus motivaciones, sueños y posteriores evaluaciones habló Xiomara Herrera con Fotech.cl, luego de una temporada lejos del programa juvenil.
Ha pasado un tiempo desde tu temporada y el público te extrañaba en pantalla, lo dejaron claro en la celebración de un año de «Rojo»…
La verdad es que cuando yo pisé el escenario y cuando decidí entrar a «Rojo», sabía que mi vida iba a cambiar, pero no pensé que…. es que lo más difícil es ganarse el cariño del público y yo lo que siempre he rescatado es eso, porque la gente es demasiado fiel, demasiado amorosa, muy cariñosa. Cuando viajo a dar mis clases a distintas ciudades, tú no te imaginas el amor que me dan, cómo me miran, cómo se emocionan, cómo se ponen a llorar, y yo no dimensiono eso, porque yo siempre me he mantenido al margen, siempre con los pies en la tierra y me lo tomo con la máxima humildad del mundo. Eso me motiva más a seguir cumpliendo mi sueño, seguir luchando por la gente que no tiene los medios para bailar, en ciudad es muy difícil que la gente baile o que cumpla sus sueños de bailarín, porque no hay academias.
¿Qué has hecho en este tiempo?
Después de salir de «Rojo» cumplí mi sueño, porque de pequeña mi sueño era viajar, enseñar lo que yo he aprendido durante los trece años que llevo bailando, entonces eso para mí es satisfactorio, el cariño de la gente hasta el día de hoy, ya no sigo en «Rojo», pero la gente sigue ahí, acompañándome, viendo mis videos, mis redes sociales. Y cuando dije que iba a ir al capítulo de aniversario, todos felices.
En el estudio, el día del capítulo aniversario, apareciste y el público te ovacionó, mucho más que a la mayoría de los participantes. ¿Qué se siente haber generado un lazo tan intenso con la gente?
Jamás he sido de mirar para el lado, siempre mis padres me han inculcado esos valores. Mi camino es derechito, nunca pisando al de al lado y jamás comparándome… pero sí jajaja yo estoy feliz de sentir tanta rica energía, yo soy de recibir buenas energías y también percibo las malas, entonces no sé. Con las buenas energía me gusta estar y con las malas prefiero irme, entonces como que el cariño de la gente se ha vuelto impagable. Al final, uno se muestra como quiere mostrarse en «Rojo» y yo fui como soy, así soy, no hay otra Xiomara, soy así aquí y en la quebrada del ají. Es un honor que la gente me quiera como soy, que comparta las cosas que hago, los lugares donde aparezco, me siento orgullosa, porque al final, yo soy lo que mi familia ha sembrado en mí y eso de lo debo a ellos.
Con la perspectiva del tiempo, ¿fue una buena decisión restarte de la tercera temporada del programa?
Sí, la verdad es que yo no me arrepiento de las decisiones que tomo. Pueden ser malas o buenas, pero creo que sí fue la mejor, porque era lo que yo quería, lo que sentía en el momento. Cuando siento algo que no me hace feliz al cien por ciento, porque no es que «Rojo» no me haga feliz, al contrario, sólo que no iba a seguir creciendo como yo quería como bailarina. Yo necesitaba crecer, viajar, ser un poco más libre, pero «Rojo» para mí es una familia, estoy muy agradecida de todo lo que me dieron, todo lo que aportaron en mi carrera, pero no me arrepiento de haber tomado esta decisión.