Sin duda «La Ley», junto con «Los Prisioneros», ha sido una de las bandas chilenas de rock y pop más exitosas a nivel internacional.
Con millones de discos vendidos, varios Grammys a su haber y un enorme séquito de fanáticos en toda Hispanoamérica y Estados Unidos, su separación en 2016 dejó un gran vacío.
De ahí que cualquier atisbo de una posible reunión siempre llamará la atención. Más aún si vuelve con su formación clásica de principios de los años 90. Una posibilidad que según Pedro Frugone, guitarrista y miembro insigne de la agrupación, parece no estar lejana.
En una extensa entrevista con Culto, de La Tercera, al músico de 56 años le preguntaron si existe una posibilidad cierta de ver a la alineación clásica de La Ley de nuevo junta.
“Yo creo que sí”, respondió.
Luchando para que así sea
Frugone dijo él está dispuesto y agregó que es algo que ha conversado con su excompañeros de banda.
“Lo estamos hablando, estamos hablando siempre con Rodrigo (Aboitiz, fundador del grupo, que se retiró en 1991). Somos buenos amigos. Entonces sí, yo creo que podría ser. Creo que estamos cerca”, señaló.
Agregó que no puede asegurar que si La Ley regresa con una gira estarán presentes otros integrantes de la formación clásica, como el bajista Luciano Rojas, “pero una parte con ellos sería la raja (SIC), y yo estoy luchando para que así sea”, dijo.
Sí, pero con condiciones
No obstante, sería bajo ciertas condiciones contractuales porque, explicó, durante muchos años él, el vocalista Beto Cuevas y el baterista Mauricio Clavería fueron quienes mantuvieron vivo a La Ley, y eso tiene un valor.
“El trabajo que Mauricio, Beto y yo le hemos puesto a la banda durante años para revivir este proyecto, a veces la gente no entiende. Las bandas siempre tienen que estar trabajando y es una lucha”, puntualizó el guitarrista.
Añadió que tocar y componer para mantenerse y que la gente siga comprando tickets para los conciertos es un esfuerzo que “se valoriza en acciones, por así decirlo, como cualquier negocio”.
Por eso, “no podríamos ser todos iguales, porque nosotros ya tenemos 15 años en los cuales yo no veo a mis hijos. Me perdí momentos importantes por estar sacándome la chucha (sic) y preocupado de las relaciones. Eso tiene un precio impresionante. El tiempo que gastaste haciendo que funcione, no te lo devuelve nadie”, aclaró.