Hace unas semanas, Canal 13 estrenó su nueva señal digital 13E y dentro de las ofertas de su parrilla programática destaca la repetición de «Mundos Opuestos». La emisión del espacio rápidamente se convirtió en uno de los productos más vistos con más de 42 mil visualizaciones en su primer día. A partir de esa situación que varios de sus participantes han vuelto a la memoria de los telespectadores, entre ellos Viviana Flores, ganadora del exitosos reality, y Fotech.cl tuvo posibilidad de conversar con ella.
Con tan solo 19 años, Flores ingresó al programa de televisión que la llevó a convertirse en una de las participantes más querida del espacio, quien había participado anteriormente en «Mi Nombre Es» en 2011, donde se destacó como doble de Justin Bieber.
Tras tu salida y alejamiento de la televisión ¿En qué estás ahora?
Al salir de la TV estudié Geografía, creo que es una de las decisiones más acertadas que he tenido porque me permitió abrirme a mundos completamente diferentes. Me apasiona mucho la naturaleza, guarda relación con lo que estudié, y la fotografía, que me gusta mucho utilizarla como medio para poder retratar los espacios diferentes que me aparecen en pestañeos de repente, y lo trato de vincular con mi disciplina. Mi vida tras la TV se ha geografizado mucho. Creo que la Geografía llegó a abrir nuevos campos a mi espacio, y, como una persona más madura, me permitió trazar mis caminos y saber adónde voy. Entré muy pequeña a la TV y mi proceso de adultez lo estoy viviendo actualmente, donde vivo independientemente con mis animales rescatados y juntos y juntas hemos encontrado un hogar. He logrado encontrarme después de haber estado tan expuesta.
Entraste muy joven a «Mundos Opuestos». ¿Qué sentiste cuando quedaste y tuviste que encerrarte con gente tan diferente?
Tenía 19 años cuando entré, y si bien había tenido experiencia previa en “Mi nombre es”, nada se compara al formato reality show. Convivir y estar ahí con tantas personas al mismo tiempo es algo que no dimensioné cuando mandé mis antecedentes. Además tampoco pensé que iba a durar tanto, porque en un principio el programa iba por tres meses, y uno se focaliza en ello, después nos avisaron que nos estaba yendo bien y se iba a extender. La verdad, cuando quedé estaba súper contenta, necesitaba vivir experiencias nuevas porque venía de una etapa súper monótona, trabajando mucho en ser doble y dándole full a eso, entonces pensé que tenía que hacer algo distinto. Creo que era la experiencia que estaba buscando, y la viví como una experiencia laboral, pero diferente, entonces no se me hizo tan complejo. Vivir con personas tan diferentes que no conoces, muchos de ellos que ya trabajaban en TV, entonces viene una sensación de que no sabes en quién confiar, con quién hablar realmente, y al principio uno no cacha bien porque es relativamente nueva en este espacio. Entonces fue una etapa donde dije que debía ir lento para ir tanteando el área. Pero fue una experiencia maravillosa, una oportunidad para relacionarme con nuevas personas, con nuevas culturas, quizás con gente que tuvo la oportunidad de vivir otras cosas, porque en el acto de relacionarnos nos nutrimos. Fue una experiencia súper enriquecedora en todo aspecto, desde lo emocional hasta lo cultural.
¿Cuáles son los momentos que más destacas de tu paso por el reality? Lo que más recuerdas y lo que quisieras olvidar.
Creo que los momentos que más destaco son un montón. Imagínate que viví ahí 24 horas al día, 7 días a la semana, durante más de 6 meses con muchas personas, entonces es muy complejo. Me pasa que “Mundos Opuestos” lo recuerdo como un todo, una experiencia que tiene muchos elementos, generó muchas enseñanzas, muchos aprendizajes, y me permitió generar muchas herramientas y también generar ciertos miedos que antes no estaban, pero que te ayudan a crecer y a avanzar. Lo que más recuerdo es el término de que “hay que dejarse sorprender”, que se usaba constantemente, porque no sabíamos lo que iba a pasar mañana, y eso se selló completamente en la final cuando agarré el testimonio y dije «ya está, terminó, fue súper agotador pero valió la pena», y seis meses se resumieron en ese segundo. Ese momento yo creo que fue súper particular.
Pero no fueron todos…
No quisiera olvidar nada, al contrario, me gustaría tener la capacidad de recordar un poco más porque siento que fue una experiencia súper bacán que dejó mucho aprendizaje y que permitió conocer gente bacán y rodearse de todo un equipo humano que era mucho más que lo que estaba en cámara: eran los que estaban tras cámara, que limpiaban el espacio, que producían, que se preocupaban de tener nuestra ropita limpia, de generar nuestra comida. Era todo un círculo de personas y un grupo humano que hacía que esta máquina funcionara y que me encantaría tener la capacidad de recordarlos a todos y a todas, porque todos contribuyeron a hacer de esto algo histórico. Yo creo que “Mundos Opuestos” fue algo que marcó un antes y un después, y lo veo hasta el día de hoy en la gente. Así que, olvidar, no.
En redes he visto a gente confesar que descubrió su propia orientación sexual al ver el beso de tu celebración. Queriendo o sin querer, te volviste un hito para muchos que no habían visto nada como eso en pantalla ¿Te has sentido símbolo de la diversidad tras ese momento?
Te mentiría si te dijera que me siento símbolo de la diversidad. Para mí personalmente este «beso revelador» fue un acto súper natural, un acto cotidiano, sin un trasfondo como tal ni una intención o propósito, fue un gesto casi involuntario de terminar un proceso y abrazar a alguien que era cercano a ti. Tampoco pensé que iba a generar ese impacto mediático, recuerdo que fue hasta portada de LUN al día siguiente, entonces uno se empieza a cuestionar ahí un poco el porqué, quizás no es el beso como tal sino el morbo que hay por detrás, entonces ahí se viene todo un debate sobre ese episodio que para mí fue súper involuntario. Por eso cuando me preguntan me cuesta un poco responder, porque no me siento un símbolo. Me encanta trabajar y generar activismo, porque creo que es clave hablar y discutir sobre lo diverso que es este país, y que poco a poco se vaya generando debates sobre esto para que deje de ser una portada que una mujer se haya besado con su pareja, pero no me considero un ícono, creo que hay personas que han hecho mucho más y gente que ha trabajado por años para la comunidad.
¿Hubo gente que te comentó sobre ese momento?
No puedo negar que muchas personas me han hablado de ese momento en particular, que por ese beso se han descubierto. Siento que si esa acción pudo ayudar aunque sea con un granito de arena para que un hogar súper heteronormado u homofóbico haya podido vivir ese momento y quizás generar un clic en quien lo vivió, para mí es clave. Porque eso tenía el programa, permitía llegar a muchos hogares a través de la pantalla y generar discusiones, hacer conversar a las familias, y si ese beso permitió generar esos debates y abrir el tema para personas que estaban en el closet y les costaba hablar de eso, estoy muy agradecida.
Después del reality sólo participaste en “Salta si puedes” y después desapareciste de la pantalla. ¿Qué impresión te deja ahora tu paso por “Mundos Opuestos”?
Después del reality participé en “Salta si puedes” porque es un formato que me gustó demasiado y lo usé de herramienta para vencer mi miedo al agua. Llegó en el momento preciso para vencer ciertas barreras y miedos, y dio en el clavo. Pero después decidí por completo alejarme. Creo que la TV no tenía los espacios necesarios para ingresar de la forma que deseaba, que era más allá de un panel de farándula. La TV necesita generar programas que eduquen a la gente, que aporten en materia de cultura, en discusiones sobre diferentes temáticas que nos afectan como sociedad, pero en ese entonces la TV pasaba horas y horas hablando de cosas súper irrelevantes. Pero de todo lo que rescato de ahí, haber pasado por “Mundos Opuestos” me permitió ver un espacio al que no todos tienen la oportunidad de ingresar. A través de eso pude vivir muchas experiencias y situaciones que habrían sido imposibles sin entrar a un reality. Me empapé de mucha diversidad, conocí mucha gente.
¿Pasaste por algún momento en que resentiste haber estado tan expuesta?
Creo que la exposición es un tema que pude haber resentido, porque te vuelves demasiado familiar para las personas, y al salir a la calle todos te saludaban como si fueras una hermana, una amiga, una hija, y uno ahí viene también con el proceso de curar ciertas cosas que produce el aislamiento, así que fue como un caos en el momento. Pasar de ser alguien que podía andar tranquilamente por la calle a ser alguien que no podía ir al supermercado porque la gente se reunía y no podía hacer mi rutina normal. Creo que fue heavy lo que causó “Mundos Opuestos”, y eso se nota hasta el día de hoy. Aún habiendo resentido en algunos momentos el pasar por el reality, no me arrepiento de ningún momento, porque el formato tan extremo del reality me permitió generar un sinfín de herramientas que hasta el día de hoy me hacen tener un manejo de ciertas situaciones. Sobre todo lo que fue la pandemia. Creo que se hizo menos complejo sobrevivir una pandemia tras haber pasado por un reality.
¿Mantienes contacto con algunos de tus compañeros de reality? ¿Con quiénes?
Aún mantengo contacto con algunos de mis compañeros, todo virtual, no he tenido oportunidades de verlos en persona más de un par de veces. Hablamos vía redes sociales y WhatsApp, y es bacán porque te das cuenta de que pueden pasar los años pero aún está el cariño. Pueden pasar meses en que no saludo a alguno de los chicos y les mando un mensaje y el cariño es intacto, es como si no hubiese pasado nada. Es bacán saber que aún quedaron personas que fueron súper importantes en el encierro, que es la gente con la que compartía ahí, es genial saber que eso trascendió la pantalla.
“Mundos Opuestos” ha estado en boca de todos en el último tiempo, tanto por lo de Huaiquipán como por los detalles que ha contado Joche. Ahora volvió a la pantalla en 13E y seguro seguirá dando de qué hablar. ¿Cómo te hace sentir eso 9 años después? ¿Estás reconciliada con haber ganado un programa tan famoso?
“Mundos Opuestos” es un fenómeno que no pasa, la gente sigue viéndolo y recordándolo. De repente alguien me escribe y me dice que lo está volviendo a ver y reviviendo momentos que vieron en 2012, eso quiere decir que de verdad marcó harto. Me hace sentir bacán saber que generamos en las personas emociones que los hicieron pegarse a la tele y reír y llorar con nosotros, vivir nuestras penas y conectarse. Tener la posibilidad de vincularse es algo clave porque permite que hasta hoy la gente nos escriba. Creo que fue un casting muy bueno porque permitió generar personajes que hasta el día de hoy están en la palestra. Jamás peleé con haber sido parte del reality: lo vi como un trabajo, tenía que hacerlo bien, y eso implicaba tener la posibilidad de ganarlo, y se cumplió, y eso me tiene feliz hasta el día de hoy.
¿Volverías a la TV algún día? A algún formato que te interese
Creo que me gustaría volver a la TV algún día. Es un espacio súper relevante, porque permite llegar a muchas personas, y si se utiliza bien el medio el resultado puede ser maravilloso. Usarlo como un medio para educar, entregar herramientas o debatir sobre diferentes coyunturas. Es necesario generar una renovación generacional en la TV para que sea el reflejo de lo que es Chile. Chile es un país altamente diverso, y que esa diversidad se vea en TV implica tener diferentes programas que lleguen a todas las personas. Sería bueno participar en formatos que permitan mostrar, por ejemplo, lo que es la gastronomía vegana, porque veo tantos programas de cocina hoy en día y todos se basan en recetas que contemplan el uso de carne. ¿Qué pasa si insertamos un formato diferente? Sería bacán ser un aporte para ello. No es un deseo ni algo que me quite el sueño para nada, pero si se da, maravilloso, y si no, el trabajo se sigue haciendo en diferentes espacios, escalas y territorios. En esa lógica, sería genial poder expandirlo para llegar a más personas a través de la TV.
Wilma González dijo que el canal era “caradura” por repetir el reality. ¿Qué te parece a ti que se esté dando de nuevo en la web?
Creo que lo que Wilma señala es válido porque surge de algo que ella siente, y si lo siente y piensa, quién soy yo para cuestionarlo. Pero la reflexión es compleja, porque al momento de firmar el contrato ahí decía muy claramente que Canal 13 era dueño de todos los derechos del reality, inclusive si el día de mañana querían repetirlo o venderlo o lo que sea. Creo que nadie se imaginó que iba a ser tan exitoso para repetirlo o que íbamos a caer en una pandemia y se iba a dar este fenómeno de repetir programas. Pero más allá de eso, si bien hay cosas que comparto y cosas que no, que se repita es bastante llamativo porque permite hacer una comparación entre ciertos procesos y elementos propios de 2012 que se pueden contrastar con la actualidad, y eso es súper importante para el televidente. Permitirle revivir ciertas emociones es interesante, va a dar de qué hablar, y me parece genial que apostaran por eso, porque responde a nuevas necesidades de las personas, quizás ya de no ver sólo TV abierta, sino además acceder a contenidos de calidad en medios digitales. Por eso, yo feliz de que la gente pueda revivir el programa.