La cantante trasandina junto a su mujer, Tania García, dejaron en claro que las leyes del país deberían adaparse a los nuevos tiempos y que «nos llegan mensajes de niñas dándonos las gracias por abrir espacio a este tema y nos cuentan que sus familias nos vieron en la tele o en el diario, que eso las ayudó a contarles acerca de su orientación sexual».
María Jimena Pereyra, sin dudas, fue una pionera en cuanto a visibilidad lésbica en Chile se refiere. Se hizo conocida en el programa de televisión «Rojo, fama contra fama», donde ya proliferaban los rumores sobre su orientación sexual. Este fue un secreto a voces, que en ese momento no estuvo lista para confirmar, y que por el contrario, fue enterrado con una falsa relación que se armó entre la joven y, el también cantante, Leandro Martínez, considerando que el Chile de esa época era un país reconocido por su intolerancia y machismo.
Hoy, la misma mujer, pero mucho más empoderada, abre las puertas de su intimidad para confiarle al público su historia; una llena de amor, de acompañamiento y lealtad. Se casaron el día 28 de febrero del 2018, en una ceremonia íntima, rodeadas de sus familiares y amigos, en una hacienda en la región de Coquimbo, donde firmaron el Acuerdo de Unión Civil, y sellaron así, de manera solemne, la familia que deseaban conformar.
La revista Nueva Mujer conversó con la pareja de enamoradas y abordaron distintos importantes temas sobre la diversidad sexual, la visibilidad lésbica y la necesidad de igualar los derechos entre heterosexuales y el resto de la población.
Primero, se refirieron a las razones que las motivó a firmar el AUC: «Después de que ella (María Jimena) estuvo hospitalizada, entendimos que era importante que yo pudiera tener el permiso para tomar decisiones en caso de que ella no pudiera, sobre todo considerando que su familia vive fuera y la mía también. Soy chilena, pero mis papás viven en Mendoza. Además, antes de que Jime se enfermara, comenzamos a intentar ser mamás por medio de reproducción asistida. Yo le decía: ‘¿Y el anillo pa` cuándo?'», expresó Tanía García.
Además, la kinesióloga contó cómo ha sido su experiencia como pareja en la búsqueda de la maternidad: «Me he sometido a tratamiento cinco veces. Cuando firmamos el AUC, yo podría haber estado embarazada, porque por esa fecha fue el último intento. Llevamos tres inseminaciones artificiales y dos fecundaciones in vitro. Ha sido difícil, son muy pocas las probabilidades: la primera es alrededor de un 15%, mientras que la segunda un 30%. En Chile este procedimiento es caro, en Argentina está en el sistema público y es gratuito, pero tendríamos que estar un tiempo allá».
En cuanto a la posibilidad de la adopción, la esposa de la cantante expresó que «por ahora no podemos hacerlo. La única forma es que anulemos el AUC y que cada una intentara adoptar como madre soltera, pero de todas maneras ese hijo o hija no podría ser reconocido por las dos. En Argentina existe la adopción homoparental, pero nosotras vivimos en Chile. Es injusto que debamos irnos para cumplir este anhelo. Es necesario que avance la ley. Las lesbianas existimos, ya no es algo que se esconde detrás de las casas».
Finalmente, las mujeres se refirieron al miedo que existe actualmente a revelar la orientación sexual (cuando esta no está dentro de la hegemónica): «Tenemos muchas amigas cuyos padres no saben que son lesbianas, o que la gente de su trabajo no tiene idea. Ellas sufren, porque tienen terror a contarlo y lo hemos conversado, pero es complejo», expresó Pereyra.
Por su lado, García agregó: «Hasta hoy nos llegan mensajes de niñas dándonos las gracias por abrir espacio a este tema y nos cuentan que sus familias nos vieron en la tele o en el diario, que eso las ayudó a contarles acerca de su orientación sexual».