Si a esto era lo que se refería Alberto Plaza, le doy la razón al cantautor chileno. Una jornada redonda, repleta de la calidad artística y la clase internacional que se le reclama a gritos a este escenario.
Inicio de Transmisiones: como era de esperarse, el opening estuvo centrado en temáticas retro, primero con una parodia al clásico video clip de “Physical” y después con Rafa disfrazándose de Tony Manero, Vincent Vega y Danny Zuko para engrupir a la gran Olivia.
Animadores: Buen manejo hasta ahora. Carolina de Moras nuevamente luciéndose con su brillante manejo del idioma inglés, mientras Rafa aprende año con año. No será tan fluido como su compañera, pero ya no hace el ridículo como el 2013 con Elton John. Rafa notable al pedir respeto por los representantes peruanos en la competencia folclórica y al dar la bienvenida a Italo Passalacqua.
Olivia Newton-John: Tuvimos el honor de ver a una verdadera dama de la canción en el escenario de la Quinta. Conserva una voz notablemente afinada para sus casi 70 años (era mucho pedir que tuviera la firmeza de sus años mozos), y apoyada por músicos sobrios y efectivos y coristas simpáticos y de buena voz, la gran Olivia encandiló al monstruo con su repertorio lleno de clásicos imprescindibles del pop. Su puesta en escena no fue muy diferente al mostrado en su gira el año pasado. Emocionante escuchar temazos como “Magic”, “Xanadú”, “Physical” y los del soundtrack de “Grease”. Brillante la manera en que gestionó lo del “corito flaite chilensis” de «You’re the One That I Want», quizás alertada por el periodista pelotudo que osó preguntarle por el asuntillo ese en la conferencia de prensa. Tiró un video sorpresivo para introducir el “Momento Grease” de su show, donde se mostró el corito en cuestión, con lo que neutralizó todo. Después cantó la canción, la cual fue respetada por el público (que por lo demás fue a verla a ella y no a hacer pendejadas) y luego sacó en cara la situación con ironía para luego pasar a la inconmensurable emoción de escuchar “Hopelessly Devoted to You”. Toda una crack. Sacó doble gaviota con méritos de sobra para la de platino y cerró con una hermosa versión al piano de “Somewhere Over The Rainbow”.
Ja Ja Calderón: Supo estar a la altura de sus colegas de jornada. Se notó afónico por el nerviosismo. Aunque se suponía que era el “humorista clásico” del evento, lo que hizo tuvo mucho de stand up. Cargado a la contingencia, su rutina fue efectiva, casi sin apelar al doble sentido y con muy poco garabato. Era como el tío facho de Edo Caroe. Hizo todo lo que se le olvidó a Ricardo Meruane el año pasado, aunque hay que decir que le tocó un público mucho más propicio que el de su calvo colega. Sus imitaciones le sirvieron poco. Después de conocer a Kramer, estamos con paladar exigente y no aceptamos cualquier cosa. Salió del paso, sacó su doble gaviota y se fue triunfante del mayor desafío de su carrera
Peter Cetera: Un gentleman de la canción. No merecía salir a las 02:30 AM, era para abrir el show. Un tipo con clase y estilo. Impecablemente vestido, apoyado en una pequeña y virtuosa banda, deleitó a los que se quedaron con una fina selección de lo mejor del cancionero pop romántico de los años 70 y 80. Agradable sorpresa ver a la hermosa e incombustible Andrea Tessa (tiene pacto con el diablo, se ve igual a cuando conducía “Más Música” en los 80) haciendo dúo con él cantando “After All”, y ver también a su estupenda corista regalando una gran versión de la desgarradora “Oh Darling!”, joya tardía de Los Beatles. Emocionante oír temazos como su joya solista “Glory of Love” y sus clásicos con el gran grupo Chicago “If You Leave me Now”, “Hard to say I’m sorry” y “You´re my Inspiration”. Posteriormente matizó con una dosis de rock adulto de esa que se echa menos en la parrilla festivalera. Al igual que Olivia, se llevó dos gaviotas con merecimientos para la tercera.