Durante el episodio emitido este miércoles, en la nocturna de Mega, Gaspar (Diego Rojas) amaneció enfermo del estómago, por lo que Eric (Pedro Campos) se tuvo que restar del viaje que haría con Marina (Josefina Montané) y Cristóbal (Hernán Contreras), debiendo ellos ir solos.
En «Amar Profundo», la supuesta sirena está empeñada en saber más de su pasado y comprobar si su hijo pudo salvarse del tsunami del 2010 igual que ella. Para esto, Cristóbal le ofreció acompañarla a la cabaña de Iloca, donde descansaban, lugar en el que estuvo junto al pequeño Leo durante la trágica noche.
Como Eric no fue con ellos, el abogado aprovechó durante el viaje de contarle a su ex pareja cómo era ella en su vida anterior. «Siempre que íbamos a Iloca, te ibas mirando el paisaje, te quedabas pegada todo el camino, siempre te encantó», le relató Cristóbal, añadiendo que cada vez que podían, se arrancaban para estar solos y olvidarse del mundo.
«Tú te ibas comiendo todo el rato, era una especie de ritual que teníamos», le dijo riendo, recordando lo bien que lo pasaban juntos, incluso, en durante los viajes en auto. «Tú comprabas galletas, chocolates, dulces chilenos, lo que fuera, y en el camino pasábamos a una picada que ya no existe y nos comíamos unas tortillas exquisitas».
Finalmente, Cristóbal le reveló a Marina cuál era su canción favorita antes que desapareciera y que, cada vez que viajaban, se iban escuchándola: «Ni una sola palabra», de Paulina Rubio, tema que, según él, la sirena se ponía a cantar como loca y «hasta gritabas por la ventana, y cómo sabías que a mí me cargaba, la cantabas con más fuerza».
«Me cuesta imaginarlo», expresó Marina, sonriendo con nostalgia, momento en que Cristóbal puso la canción, ella pidió subirle el volumen y se fueron oyéndola el resto del camino.