Su último trabajo en una teleserie fue en «La Ley de Baltazar», donde dio vida a Mariano, un personaje complejo, que en más de una ocasión fue un verdadero villano, pero que finalmente logró ganarse el corazón de los televidentes con un gran crecimiento al final de la historia.
En esa línea, Gabriel Cañas habló en exclusiva con Fotech.cl sobre su próximo desafío actoral en la siguiente teleserie nocturna de Mega, «Generación 98». Aquí, interpretará a Hernán «Chico» Olmedo, un rol que se diferencia bastante al abogado de la ficción anterior.
Al respecto, Cañas detalló que Olmedo «es un personaje que viene a toda velocidad, tiene mucha energía, mucha voluntad, va rápido, va deseoso, tiene mucha energía». Además, reveló que también «es muy inteligente, muy capaz, pero por sobre todo, muy empático».
«A eso le podemos sumar que está en un contexto, en una situación súper contradictoria, entonces, esta velocidad que tiene y esta situación dada en la que se encuentra, lo hace ser súper polémico y equívoco y también lo obliga a ir como tres pasos más adelante que el común de las personas«, agregó.
Sobre la teleserie y el tema principal, que es la reunión de un grupo de amigos del colegio después de veinticinco años de haberse graduado, el artista reflexiona con que no sólo los cuarentones podrán disfrutar de la historia o sentirse identificados, ya que la teleserie aborda tópicos que son para reflexionar.
«Me gustaría que la gente de los cuarenta años pudiese sentirse identificado o pudiese conversar lo que implica llevar más de dos décadas sobreviviendo en este sistema, en donde estos veinticinco años luego de salir del colegio son como una especie de juicio final en donde te enfrentas a tu éxito o tu fracaso y ahí aparecen muchas preguntas súper interesantes«, postuló.
«Creo que no solamente los de cuarenta, sino que todas y todos los que hemos pasado por el colegio vamos a identificarnos con ciertos personaje típicos de los cursos: la nerd, la santurrona, la matea, el mino, el bulleado… hay muchos estereotipos que están muy bien actuados por todos y todas mis colegas», acotó.
Con respecto a la relación que tiene con el resto del equipo, el intérprete sostuvo que trabajar con sus colegas ha sido «bacán». En ese sentido, con los otros protagonistas, comenta que han tenido una especial conexión por la naturaleza de la historia y las relaciones internas.
«Con ellos ha sido muy bacán trabajar, principalmente porque el ejercicio que tenemos que hacer es súper complejo. Mientras más nos hagamos la herida y mientras más profundo vayamos en el daño que nos hicimos en el colegio, mejor sale la comedia, el drama, el thriler, todos los géneros que existen en esta teleserie, porque hay que recordar que es de (Pablo) Illanes», advirtió.
De igual manera, indicó que existe el humor, pero éste tendrá matices más profundos. «Es un humor que es bien reflexivo, que contiene preguntas, donde uno no sabe bien si reírse o no… Y eso es porque hay cierta violencia implícita en este grupo. Existe otra cultura, la del 98, no del 2023, que hoy en día, es violenta», manifestó.
«Entonces, el trabajo ha sido súper bonito y eso ha significado que fuera del set y de los ensayos y lecturas, hemos tenido que trabajar mucho la ternura, el tono, el tacto, la empatía, el cuidarnos, en hacernos cariño, porque luego sólo viene hacernos bullying y tratarnos como bien fuertemente», afirmó.
Además, Cañas se refirió al hecho de que gran parte del equipo y elenco de «La Ley de Baltazar» también trabajan en «Generación 98». «Se empieza a generar como una especie de compañía, un trabajo en donde hay muchos pudores vencidos y hay mucha confianza ganada y eso te permite al tiro entrar a un trabajo de mayor claridad más rápidamente en cuanto a la actuación», opinó.
¿Qué hay de Mariano en Hernán Olmedo?
Finalmente, consultado por las principales diferencias que tendrá Chico Olmedo con Mariano, de la anterior ficción, Cañas asegura que hay bastantes diferencias entre ambos, pero no puede dejar pasar la coincidencia de que su rol se llame igual que el novio de su anterior papel. «Es como parte del metaverso de Mega«, dijo entre risas.
«Los dos son personajes muy fuertes de carácter y energía, pero Mariano tenía una construcción mucho más interna. Aquí, todo lo que le ocurre al personaje es en cuanto a sus apariencias, en cómo lo ven los otros y ha tenido muy pocas escenas donde lo podemos ver en su intimidad, lo que él es realmente», explicó.
«Mariano, por el contrario, se construyó desde el interior, desde una contradicción, desde un complejo psicológico. Este más bien lo estoy construyendo desde la hermenéutica, la capacidad de traducir los lenguajes de un otro», sostuvo.
Igualmente, no dejó pasar la oportunidad para demostrar su sorpresa por el cariño que Mariano ganó en la anterior teleserie. En ese sentido, comentó que junto a Nicolás Alemparte, el director, lo que buscaron fue que la gente pudiera entender al hijo mayor de Baltazar (Francisco Reyes).
«Me gusta y me asusta que la gente lo haya querido (…) lo que me pareció bonito fue que hacia el final de la teleserie, logramos generar un arco dramático en el que él pudiese ver por qué no estaba siendo feliz aunque siguiera siendo siempre un pesado, por decirlo de una manera amable», analizó.
«Me gustó mucho que la gente pudiese seguir ese viaje. Eso me pareció muy bacán y muy político sobre todo por el país polarizado en el que estamos. Me sorprendió mucho también el cariño y el aprecio de la gente, no sólo con Mariano, sino que conmigo y el equipo de trabajo», concluyó.