No existen puntos de comparación, pero nos esforzamos por copiarles. Con sólo un año de diferencia, la historia de estas dos televisiones, en varias ocasiones, se ha visto cruzada, copiada, reflejada… como quieran decirle. Lamentablemente, parece que aun no nos damos cuenta que, hablar el mismo idioma, no significa que nuestras sociedades tengan gustos similares o piensen igual. Seguimos copiando programa tras programa, formato tras formato, pero la mayoría sin éxitos rotundos. Es más, me atrevería a decir que ningún programa proveniente del país de la península ibérica ha pegado en Chile. Ejemplos tenemos por montones…
Partamos por “El Hormiguero”: en España es un programa exitoso, que entretiene de una manera totalmente infantil, a gente de todas las edades, donde el presupuesto da para tener todas las semanas a por lo menos una estrella internacional sentada en el set. Partió como un espacio de Cuatro, una pequeña televisora que hace algunos años fue adquirida por uno de los grandes de España, Telecinco (en España, a diferencia de Chile, es permitido que las cadenas tengan más de una señal en la tv abierta). Finalmente, el programa fue trasladado a Antena 3, cuando éste decidió comenzar su “etapa blanca”, alejado de la farándula y el amarillismo promovido por otras cadenas, decidido a entretener de manera sana a las grandes audiencias. “El Hormiguero”, fue visto por el canal del Grupo Planeta como un icono de lo que querían presentar en su nueva pantalla. El resultado, el programa se potenció aún más, lidera en su horario, tiene una media de 17,5% de share y cumple con el objetivo de su nueva cadena. ¿Que mejor?
No pasó lo mismo aquí en Chile… el programa que adaptó Canal 13 fue un fracaso, claramente no pegó con la audiencia, que prefería ver programas de farándula, teleseries con temáticas para adultos (completamente válido después de las 22 horas), de todo, menos un programa infantil, donde los animadores hablaban con voz de pito después de inhalar helio. Justamente, en España, lo que llamó la atención fue que un programa se atreviera a hacer esas cosas tan raras, es más, cualquiera puede ver videos y darse cuenta que los experimentos son casi los mismos en las dos versiones. Obviamente falló la producción del programa, pero su caída fue en no saber adaptar el programa a la sociedad chilena. Al público en general no le parece interesante ver como Pamela Anderson entraba, tímidamente, en los juegos de Sergio y Tonka, sí pueden ver a la Geisha pegándole a quien la mire. Después, el programa del entonces canal católico, solamente se centró en invitados locales, o simplemente más baratos. La crítica los destruyó (buena estrategia de la competencia para destruir marcas, Chilevision es experto en eso) y el canal decidió cancelarlo. Sinceramente, no creo que Chile estuviera, o esté, preparado para este tipo de programas. Me gustaría que volviera y le fuera bien, por fin tendríamos una TV un poco más familiar y todos los canales tratarían de replicar el éxito.
“Tu Cara Me Suena” es otro programa estrenado en la nueva etapa blanca de Antena 3. Partió como un programa del prime-time, donde famosos imitarían a distintos cantantes. Si el nombre le suena, es porque Mega compró el formato. Ahora, sinceramente, esto me parece que es más bien un alcance de nombre, ya que, a simple vista, Mega soló compró el nombre junto con parte de la idea… el programa español no se parece en nada, la producción es enorme, se tienen a verdaderas celebridades (bueno, en realidad no sé que más pudo haber encontrado Mega acá en Chile), es toda una unión de lo que se debe hacer para realizar un buen programa, desde lo estético con la escenografía y juego de cámaras, hasta cómo se desarrolla el programa, las bromas y situaciones no parecen falsas (Mega… aprende), uno se entretiene y ve un show de calidad… en ningún momento uno se pregunta si esto es una broma (Mega… aprende). El caso de Chile es más bien decepcionante, Mega quiso adelantarse a la versión Vip del estelar más exitoso del 2011, «Mi Nombre Es», comprando el formato de Antena 3. El estudio es la mitad del español, se nota el bajo presupuesto en escenografía, jurado, iluminación, concursantes y… ah, para que seguir, si se nota en todo. Posterior a su cambio de día al domingo, subió su sintonía levemente (simplemente por que el encendido, o numero de televisores viendo TV es mayor), en su última edición marcó 10,6 versus los 25 puntos de “Atrapa Los Millones”. La versión española, partió con un 14% de share, y finalizo con 24%, marcando un hito de la TV. En verdad, aquí no falló la adaptación, ni la sociedad, ni la contraprogramación de farándula de los otros canales, ni bla bla bla, simplemente el programa está mal hecho, llegan a doler los ojos al verlo.
En series y teleseries… nada que decir. “Aída” es una serie que habla sobre la vida de una mujer trabajadora, basada en el humor. En Chile, las grandes mentes de TVN creían que nuestro humor es igual al español y no cambiaron nada… pero nada. “Aquí No Hay Quien Viva” es la serie basada en humor más exitosa de la última década en España. El humor empleado es entendible en Europa y en América (si no me creen, lo dan los fines de semana en la noche, en Antena 3 internacional). No da para mayor comentario, al igual que la nueva teleserie de TVN, “Reserva de Familia”, inspirada en la serie española “Gran Reserva”. Si bien la historia se basa en lo mismo, tiene el mismo esquema que las últimas teleseries nocturnas del canal de todos los chilenos, el de “Donde Está Elisa”. Creo que esta teleserie de verdad puede dar más, la historia en sí es atractiva, pero TVN de seguro no quiere despegarse mucho de su estilo. Y por esto, caemos en lo peor que ocurre en la TV chilena, se subestima al televidente, poniendo cualquier cosa que signifique bajo costo y rating fácil, y justamente es donde está la diferencia con la TV española, ellos se atreven a innovar, obviamente combinándolos con formatos que anteriormente fueron exitosos. Saben que la clave esta en la novedad y en la innovación, por algo se atrevieron con “El Hormiguero”. Aunque claro, el público está dispuesto a ver más que culos y situaciones morbosas.
En realidad no sé si denominar a las audiencias españolas como un público más perspicaz, pero lo que sí está claro es que están dispuestos a ver la novedad y crear su propia opinión respecto a lo que están viendo, a establecer un análisis autónomo, pero a la vez simple de lo que le están ofreciendo las tres grandes cadenas. Esto no significa que no vean TV basura, también existe, y también es vista, muy vista. A lo que voy es que el publico sí está dispuesto a ver una combinación de contenidos, por lo tanto, los canales están dispuestos a entregárselos.