En octubre del 2024, la actriz confirmó un complejo diagnóstico de cáncer de mama y, desde entonces, se mantuvo alejada del ojo público. Sin embargo, en las últimas horas, Paulina Urrutia hizo una aparición pública para celebrar un importante logro personal.
En charla con Claudia Conserva -que superó un diagnóstico similar- la intérprete de Sarita Mellafe sostuvo que tiene cáncer mamario triple negativo. «Estoy en tratamiento desde finales de agosto de este año (2024), y supe de esto, que eso es lo simbólico, no sé, cuando justamente al día siguiente de haberse cumplido un año de la partida de Augusto», reveló.
En la ya mencionada entrevista con Claudia Conserva, la actriz sostuvo que maneja su diagnóstico de cáncer con calma. «Si esto no resulta, yo no podría decirte ‘estoy pedida’, también siento que hay alguien con nombre y apellido que me puede estar echando de menos y tampoco sería tan terrible pasar a otro plano», manifestó.
Como se mantuvo bajo perfil encargándose de la enfermedad, hace algunas horas, Paulina Urrutia tuvo una nueva aparición pública. La artista fue a la Escuela de Teatro de la Pontificia Universidad Católica de Chile para recibir su título profesional.
«Éste es un acto de reconocimiento a su destacada trayectoria como actriz y mujer dedicada a la puesta en valor de la cultura y las artes en nuestro país», escribió la Facultad de Arte en un post de Instagram. Cabe señalar que Urrutia terminó su carrera hace años, pero recién pudo obtener su título físico.
“¡Soy actriz!”, comentó alegremente Paulina Urrutia en la ocasión, en la que asistieron familiares y amigos cercanos. Una alegría para la intérprete, considerando que en 2023 debió despedir a su esposo, Augusto Góngora, que tuvo Alzheimer.
Guarén de Oro para Paulina Urrutia
Además de su título profesional de actriz, Ramón Griffero, dramaturgo y director de teatro, reveló que la artista recibió otro reconocimiento: El Guarén de Oro. Se trata de un premio que instauraron a mediados de los 70’s por Eugenio Dittborn.
Se trata de un simbolismo en el que los estudiantes de teatros, por las condiciones adversas en las que se encontraban, pasaban de ser alumnos cualquiera a ser protagonistas de montajes profesionales en el Teatro de la Universidad Católica.