El octogenario actor conversó con Reyes del Drama tras haber recibido el fin de semana el Premio a la Trayectoria en los Premios Caleuche 2021, ceremonia que fue transmitida por CNN Chile.
Más de sesenta años de trayectoria son los que avalan la carrera del destacado actor Tomás Vidiella. Fundador de varias compañías de teatro nacionales como «El Conventillo», «Hollywood» y «El Túnel» y quien a inicios de los convulsionados años setenta personificó al primer transformista en el teatro chileno en la obra Cabaret Bijoux.
Durante el pasado fin de semana, Vidiella fue galardonado con el premio a la trayectoria, en los Premios Caleuche, sobre esta distinción comentó en Reyes del Drama que “estoy feliz de que mis pares reconozcan mi trabajo, feliz por el público que me ha apoyado tantos años. Yo nunca he tenido apoyos gubernamentales, todo es gracias al apoyo incondicional del público. Eso me ha salvado y catapultado al lugar donde he llegado. Sumamente agradecido. Es un estímulo importante por quienes lo entregan”, comentó profundamente emocionado un día después del anuncio del premio.
Al recibir la distinción, el actor se encontraba ensayando una obra de teatro que aún no tiene fecha para su estreno producto de la pandemia, situación que lo aqueja enormemente: “Un dolor que nos aqueja a todo el mundo. No sólo los actores, los que nos dedicamos a sobrevivir en este mundo que está tan hostil, tan duro, tan impredecible donde no sabemos lo que va a pasar. Uno puede proyectar ideas pero no sabes si se van a hacer algún día. No sabemos si el mundo va a seguir. Esa incertidumbre es muy angustiante”, precisó. “Este premio es un bálsamo para el alma y un espaldarazo para poder seguir luchando”, agregó.
Además, Tomás Vidiella manifiesta su pesar frente a la enorme desprotección que han tenido los artistas durante esta pandemia. “No solo los artistas mayores, todos. Los menores también. Los teatros cerrados, nadie le ha dado importancia a la cultura. El teatro es vital para vivir porque es nutritivo para el alma. No tenerlo es una ausencia sumamente grave e importante. Es una pena que no le hayan dado la importancia que tiene. Ojalá que se pueda arreglar lo antes posible. No entiendo cómo la gente pueda viajar al extranjero y dentro de Chile hay que pedir permiso para ir a comprar el pan. Está mal pelado el chancho. Es lamentable. Hay actores que han tenido que reinventarse, hacer mil cosas. Yo ya estoy muy viejo para estar reinventándome”. El actor agrega que gracias a las ventas de “Los Viejos de Mierda” ha tenido un “colchón” para poder vivir estos meses.
De igual forma, el actor repasó brevemente algunos hitos de su carrera en teleseries donde destaca grandes personajes realizados como el villano de Montecristo, “Alberto Lombardo”, el villano de la ochentera teleserie “La Villa”, una de las primeras producciones larga duración: “Mi personaje terminaba cuadripléjico y de repente me avisan que no. Que lo alargarían 100 capítulos más”, recuerda.
Igualmente, recordó el gran éxito que tuvo la teleserie “Torre Diez” donde trabajó junto a la fallecida Sonia Viveros. “Ella inventó una forma de peinarse y maquillarse que fue moda. Todas las mujeres de la época querían ser como la Sonia en La Torre Diez”, asegura.
Sobre las producciones actuales, señala que no le queda mucho tiempo para verlas, sin embargo los argumentos de las teleseries antiguas eran, a su parecer, más entretenidos: “Se abarcaba todo el rango de seres humanos, desde los viejos a los jóvenes. Ahora sólo se muestran los problemas de los jóvenes, entonces son problemas muy frágiles. No tienen el peso que da la experiencia de los años. El problema del amor y ahí queda. Eso hace que las hace menos interesantes”, argumentó.