Tras salir a la luz las denuncias en contra del productor Harvey Weinstein, Kevin Spacey y otras personalidades de la industria cinematográfica tomaron fuerza los movimientos “Me Too” y “Time is up”, los cuales nuevamente tomaron relevancia la noche del domingo con la actuación de Kesha en la ceremonia más importante de la música.
La cantante Janelle Monae estuvo a cargo de la presentación de Kesha, quien en 2014 demandó a su productor Dr. Luke por abuso sexual, emocional y violencia. La primera comenzó diciendo:”Venimos en paz, pero hablamos en serio. Para aquellos que se atrevan a tratar de silenciarnos, ofrecemos dos palabras. Se acabó el tiempo (time is up)”.
«Trabajemos juntos, mujeres y hombres … para crear un ambiente de trabajo seguro, igual salario y acceso para todas las mujeres», añadió antes de introducir a Kesha.
La rubia entonó “Praying” canción de su último álbum llamado “Rainbow». Junto a ella estuvieron en el escenario Camila Cabello, Cyndi Lauper, Julia Michaels, Andra Day y Bebe Raxha, con quienes entonó frases como: “Porque tú trajiste las llamas y me hiciste pasar un infierno. Tuve que aprender a luchar por mi misma, y ambos sabemos toda la verdad que podría contar” y “Espero que estés en algún sitio rezando. Espero que tu alma esté cambiando. Espero que encuentres tu paz de rodillas, rezando”.
El show emocionó a todos los asistentes en la 60ª edición de los Grammy 2018, convirtiédose en una de las más conmovedoras de la noche, no solo por la letra sino por la emoción y fuerza que puso la compositora al interpretarla, culminando con un abrazo grupal y una emoción evidente.