La semana pasada, Lucas Crespo fue el siguiente participante eliminado en «Gran Hermano». El público fanático del reality votó por él, principalmente, por la fuerte discusión que tuvo con Jennifer Galvarini, una de las favoritas.
Sin embargo, otro de los motivos por los que el estudiante de psicología se fue con un 88% de los votos responde a un polémico episodio que tuvo con Bigote, el perro de la casa. Hace semanas, cuando Lucas dormía, el can se le acercó a morder en modo de juego.
En ese momento, Crespo le apretó el hocico al perro lo suficientemente fuerte como para que chillara. El hecho fue tan repudiado en su momento, que Brownie, la mascota del presidente Gabriel Boric, se pronunció en redes sociales lamentando la situación.
En ese sentido, Lucas tuvo la oportunidad de referirse a la polémica este viernes, cuando fue invitado a «Zona de Estrellas». «Ese fue el que más me dolió de los comentarios, el resto son cosas del reality, me pude haber equivocado o no, pero esta me dolió«, expresó en primera instancia.
Según lo que explicó el ex participante, él quería bastante al animal. «Después de la Coni, era lejos el hue… que más jugaba con el Bigote, lo metía en mi entrenamiento, después, las últimas dos semanas, le estaba enseñando a dar la mano y a girar y eso no lo muestran y me da lo mismo que lo hagan o no, si al final, me da pena que se me juzgue por algo que nunca he sido«, señaló.
Crespo reveló que, cuando llegó a Chile, una persona le dijo «maltratador de animales», lo que le preocupó bastante. «Yo me empecé a pasar la media película y dije: ¿en qué momento? Empecé a pensar en qué carajo hice y justo antes de entrar al panel, me presentan y mis amigos me muestran el video ‘mira te van a tirar esto’ y yo vi el video y no lo entendí qué hice», manifestó.
El mea culpa de Lucas
Lucas sostuvo que, inicialmente, no comprendía qué sucedió, hasta que luego notó que había apretado el hocico de Bigote. Al respecto, dijo no recordar qué sucedió, pues estaba profundamente dormido, pero aseguró que no era algo malintencionado.
«Me dio pena, independiente que no haya sido con ninguna intención de hacerle daño, me da pena haberme vinculado en eso. No lo hice con mala intención», manifestó. Finalmente, el instructor de jiu jitsu hizo un mea culpa y asumió el rechazo que recibió. «Cualquier persona amante de los animales tiene el derecho de odiarme«, concluyó.