La serie de zombies que lidera la sintonía de Estados Unidos volvió con su séptima temporada y lo hizo con un capítulo cargado de sadismo y angustia. Si no lo has visto y no quieres enterarte de qué ocurrió en su estreno, es mejor que no sigas leyendo.
Durante meses los fanáticos de «The Walking Dead» esperaron saber quién del grupo de Rick (Andrew Lincoln) fue la víctima de Negan (Jeffrey Dean Morgan), el nuevo villano de la serie, y Lucille, su bate de béisbol cubierto con alambres de púas. El resultado fue mucho peor de lo esperado.
Y es que Negan no sólo mató a uno de los personajes: fueron dos los elegidos. El primero de ellos fue Abraham (Michael Cudlitz), a quien literalmente le destruyó su cabeza con Lucille. Minutos más tarde, Glenn (Steven Yeun), protagonista de la serie desde su primera temporada, fue asesinado de la misma manera que en el cómic, sacándole primero un ojo, y luego terminando de machacar en el piso el cráneo del joven oriental.
No se como definir el capítulo de hoy #TheWalkingDead todo el capítulo fue un sufrimiento, no me espere la muerte de Gleen ?? pic.twitter.com/If9SuWrWUr
— DANIEL CORAL P (@danielco1610) 24 de octubre de 2016
No conforme con eso, Negan siguió torturando a Rick pidiéndole que le cortara el brazo a su hijo Carl (Chandler Riggs), sólo dando pie atrás cuando logró que el policía lo mirara con máxima sumisión y sucumbiendo a sus órdenes, dejando devastado a todo el grupo y a merced del líder de los salvadores.
El episodio fue transmitido de manera simultánea con Estados Unidos por el canal Fox, quien liberó sus señales premium durante cuatro días. Sin embargo, los televidentes denunciaron problemas con el audio y los subtítulos en los primeros minutos del capítulo.