La canadiense Leslie Feist da vida a un disco plagado de buenas canciones pop, donde es casi imposible definir el estilo.
La canadiense Leslie Feist se consolidó como solista el 2004 con el multifacético Let it Die, tras ser parte del colectivo musical Broken Social Scene a principios de la década. Feist combinaba indie rock con jazz, bossa nova y guiños folk, que lograron destacarla dentro del circuito independiente de la época, cosechando excelentes críticas que la consagrarían como una de las artistas pop canadienses más importantes de ese año, y que nos dejaría ciertamente encantados con su lúdico y coreográfico “Mushaboom“.
En The Reminder, su tercer disco, Feist vuelve a pasearse de estilo en estilo con una soltura envidiable, aunque mucho más conservadora que en Let it Die. No hay intenciones de cambio ni riesgo alguno. Así, pisando terreno conocido, se mueve entre pegadizos coros que parecen estar destinados a convertirse en himnos, acompañados de piano y guitarra como base. La secuela no sólo funciona, sino que vuelve a encantar. La melodía fácil es explotada sin complejos, dando vida a un disco plagado de buenas canciones pop, donde la única dificultad resultaría en establecer un estilo que pudiera definirla, algo que no importa demasiado. El primer single, “My Moon my Man” es un claro ejemplo de ese sonido bien oreja, accesible, fresco y colorido que propone Feist en The Reminder.
Con canciones potencialmente comerciales como “I Feel It All”, “Sealion”, y la misma “My Moon My Man”, además de la seguidilla de llamativos videos que ha realizado la canadiense, resultaba un poco curioso que no tuviera cabida alguna en los charts americanos y una casi nula aparición en Reino Unido. De hecho, el 27 de agosto Feist se presentó en El Show de David Letterman -en uno de esos momentos televisivos inolvidables- cantando su caballito de batalla del disco, “1 2 3 4”, una de las canciones más simples, pegajosas y evocadoras de este año, acompañada en los coros por un selecto “dream team” del indie actual: integrantes de Broken Social Scene, The New Pornographers, Grizzly Bear, The National y Mates of States. A pesar de lo impresionante de la presentación, no tuvo mayores repercusiones en la venta del disco o el airplay del single. Bastó que el acrobático video de “1 2 3 4”, apareciera en el aviso publicitario del nuevo iPod Nano para que Feist pasara a transformarse en un fenómeno de masas. Esto no es para nada nuevo. ¿Cuánto habrá ayudado a The Fratellis aparecer en otro aviso publicitario de Apple? ¿Habríamos llegado a conocer a Regina Spektor sin sus apariciones en comerciales del iPod en 2005 o que “Us” fuera usada para promocionar el Zune?
El sonido que logra Feist podría ser emparentado con Cat Power en su veta más intimista, y Corinne Bailey Rae en el lado más adulto contemporáneo. Pero los giros en The Reminder están a la vuelta de la esquina, pasando de la festiva “1 2 3 4” a una verdadera canción de fogata como “The Park”, mostrando su mejor registro vocal en la trémula “The Water” (elegida como tercer single), para luego moverse a la convencional “»Brandy Alexander». Todo en The Reminder suena amigable, primaveral, pretenciosamente radial, cómodo y transversal como el mejor de los discos de Norah Jones.