Ni el Dios del Trueno es capaz de resistir un golpe de ternura, menos aún si quién se lo asesta es su propio hijo. Entonces Thor se derrite y aparece Chris Hemsworth interpretando el papel que más le gusta en la vida: el de padre.
El autor de tanta emoción en el corazón del héroe de Marvel es Tristan, uno de los mellizos de seis años que junto a Sacha e India, de ocho años, conforman la familia que armó hace diez años junto a la actriz española Elsa Pataky.
Al pequeño, en su primera tarea escolar, le pidieron que escribiera unas líneas sobre su mejor amigo. Y redactó: “Mi amigo especial es mi padre. Juntos vamos a la piscina. Cuando estamos juntos me siento feliz”.
La tarea no sólo fue alabada por su profesora, sino que también emocionó profundamente a Hemsworth quien, saliéndose de las directrices que tanto él como su mujer han acordado respecto de la privacidad familiar, especialmente la relacionada con sus hijos y las redes sociales, esta vez no pudo resistirse y publicó el escrito en su cuenta de Instagram, acompañando la imagen de un corazón rojo y un emoji llorando a mares. Un gesto que probablemente hubiera hecho cualquier padre orgulloso, más allá de la fama, dinero o posición en la que se encuentre.
En todo caso, lo más probable es que cuando Tristan mira al actor australiano, no precisamente vea a una estrella de cine o al superhéroe del mazo (como lo haría cualquier fanático o seguidor). Para él, aquella figura es, simplemente, su súper papá.