Desde hace un tiempo a esta parte, nuestros canales de TV por cable han sacado productos sumamente interesantes, al punto que los “creativos” de la TV abierta han enfocado sus antenas hacia el submundo de la TV por pago.
El cable se ha transformado en un verdadero oasis de creatividad para nuestro medio televisivo. A muchos nos resulta evidente que la mejor televisión que se hace hoy en Chile no se recibe por las tradicionales antenas, sino que a través de los coaxiales de la televisión pagada. Con muy pocos recursos y mucho trabajo, han surgido verdaderos referentes televisivos, como “City Tour”, “Vidas”, “Sin Dios Ni Late”, “Cadena Nacional”, “La Belleza del Pensar” y “Lado C”.
Esto ha llevado a que las “grúas” de la TV abierta se fijen en estos canales pequeños, ya sea a través de inspiración o en la contratación de rostros. Algunos ejemplos:
– Tratando de captar algo del indudable fenómeno que han significado “Los Improvisadores” (con un público fiel haciendo fila para entrar a las grabaciones y llenando el Teatro caupolicán), TVN sacó un programa llamado “Improvisa o Muere”, que seguía casi al pie de la letra el esquema del programa de Vía X. Sin embargo, el oportunista intento del canal estatal no ha estado ni cerca de replicar el éxito del programa del colectivo “Mamut”. Hace poco, se supo que “Los Improvisadores” originales han llegado a un acuerdo con MEGA para emitir su programa en dicho canal, sin dejar su exitoso espacio en Via X.
– “El Club de la Comedia”, el consolidado programa humorístico de Chilevisión, tuvo su origen en la “SCA”, recordado programa de Vía X.
– Hace poco, TVN se trajo a uno de los rostros más insignes de la TV por cable, Ignacio Franzani, para conducir “De la A a la Z”, un programa de actualidad muy en la línea de lo que fue en su momento “Pantalla Abierta” (eso sí, ese programa es como el Juicio Final: ,lo han anunciado mucho, pero todavía no llega).
– En la temporada recientemente finalizada de “Halcón y Camaleón”, destacó “Sin Yo No Hay Late” una hilarante parodia de “Sin Dios Ni Late”, donde Stefan Kramer imitó (o más bien se hizo un festín) con Julio César Rodríguez. Tuvo un cara a cara con el propio hijo ilustre de Hualpén, y hasta hizo participar a “De Shark & Kanns”, el dúo de músicos freaks que acompañan a JC en el Late Show de Zona Latina.
– La sorprendente transformación de Claudio Palma en un verdadero referente del relato deportivo. El hombre del CDF, que en TV abierta solamente ha trabajado en La Red en la época de Eduardo Bonvallet, ha ganando un importante reconocimiento popular por sus emotivos y profesionales relatos de las clasificatorias para Sudáfrica 2010. Incluso, fue contratado por Direct TV para relatar el mundial desde la mismísima sede y ha sido rostro de comerciales, algo que siquiera Fernando Solabarrieta después de los Juegos Olímpicos de Atenas consiguió.
Las razones parecen saltar a la vista: en el cable no existe la despiadada competencia por el rating que se aprecia entre los canales “grandes”; no existe la presión por acumular audiencias a cualquier precio, por lo que no tienen nada que perder. Además, tampoco existen grandes trabas editoriales ni censuras: Todo ello redunda en que los productores y creativos tengan más espacio para desarrollar ideas novedosas y tomar riesgos.
Me atrevería a decir que, en la actualidad, en Chile se hace mejor televisión en el cable que en la TV abierta. Y poco a poco, los televidentes están poniendo su atención en ella, al punto de que se está convirtiendo en un competidor formidable.
Y eso que recién está apareciendo el gran invitado de piedra: INTERNET. Y ahí las posibilidades se expanden a lo inimaginable. Y no solamente en cuanto a las alternativas de canales, sino que al hecho de que cualquiera que tenga un PC conectado a Internet, un micrófono y una Webcams puede, en la práctica, hacer su propio canal de TV. Como preguntó acertadamente Fabrizio Copano en un artículo hace años “¿Qué va a ser del canal de todos, cuando todos puedan tener su propio canal?”. Los canales abiertos tienen como gran desafío el prepararse para enfrentarse a cualquier persona que, con pocos recursos, pero mucha libertad y sin ataduras ni presiones, pueda crear programas diferentes y quizás hasta mejores.