El primer capítulo de «Témpano» confirmó lo que todos sabíamos: TVN está decidido a recuperar el horario de las 20:00 horas insistiendo en el suspenso y proponiendo una producción con exteriores de alto nivel, como antaño. Las expectativas son fuertes para el único canal interesado en mantener en pie el horario más clásico de las teleseries chilenas, y que la competencia ya dio por muerto.
Se trató de un primer capítulo extraño, que logró instalar preguntas en el telespectador: rápido pero inteligentemente esquivador del «tsunami de chanes» que ha sido la tónica de los primeros capítulos de las últimas teleseries de TVN, un poco fruncido en la supuesta elegancia del barco comandado por Álvaro Grau (Francisco Melo), con buenos y hermosos exteriores que contrastan con lo básico de los sets, con actuaciones efectivas pero (aún) no sorprendentes.
Pero, por sobre todo, resulta curioso el mix que nuestro conocido Pablo Illanes hace entre sus teleseries más insignes. Las comparaciones con «Fuera de control» (Canal 13, 1999) son inevitables y podrían terminar siendo odiosas. ¿Chica pobre humillada por millonarios malcriados que una década después vuelve segura de sí misma a vengarse? ¿Tipo malo y arrogante que la ningunea? ¿Villana altanera y desquiciada que sería la media hermana de la heroína? ¿Un galán bondadoso enamorado de ella? ¿Y que se apellida Duarte? Y como si esto fuera poco, hay mujeres asesinadas por un(a) psicópata misterioso(a) («Alguien Te Mira«), relaciones entre primos adolescentes («¿Dónde Está Elisa?«) y hasta una explosión cuyos efectos especiales dieron vergüenza ajena (¿Cuánto se demoran en decir «Adrenalina«?).
Puede que sean obsesiones de autor o que yo esté hilando muy fino. O que se trate de la revancha de Illanes porque «Fuera de Control», joya adelantada a su época, no fue el éxito que debió ser hace doce años. O quizás la teleserie vespertina como bloque esté condenada a ser circular. Pero todos los que queremos que a «Témpano» le vaya bien porque le tenemos cariño al horario, esperamos que el suspenso y la sorpresa vistos hoy se mantengan y aumenten con el correr de los capítulos, atrapando a un público vespertino que en las últimas temporadas ha sido demasiado esquivo.
Después del éxito moderado de «La Familia de al Lado«, seguir en la senda del suspenso es un riesgo, pero también es sabido que es la especialidad de Pablo Illanes, el autor de teleseries más exitoso del último tiempo. El problema es que todavía nadie sabe muy bien qué quiere el público a las ocho. Y los 20 puntos de este estreno, si no se mantienen, significarán que la gente ya no quiere ver teleseries vespertinas. Peor: si le empata o le gana Yingo, muchos van a querer irse para la casa. ¡Que no sea así, por favor! Nadie se lo merece.