Estar encerrado durante meses compartiendo espacio y metros cuadrados con personas que, en su mayoría, no son cercanas o que recién se conocen, con el tiempo merma la paciencia y la salud mental, generando conflictos entre quienes han decidido sumarse a un programa de telerrealidad.
Justamente, las peleas han sido eventos constates en estas producciones televisivas, las que, si bien dan más rating a las emisiones, también dejan daños colaterales en las relaciones, a veces muy difíciles de sanar.
En ese contexto, no hace mucho pudo verse el “día” de furia que se vivió en los terrenos que cobijan a los participantes de “Tierra Brava”, donde Luis Mateucci, Fabio Agostini, Alexandra “La Chama” Méndez, Francisca Undurraga y Angélica Sepúlveda fueron los protagonistas de diversos conflictos al interior de la casona. De todos ellos, este último llegó a tal extremo que la llamada “Fierecilla de Yungay”, terminó renunciando al programa.
Nicolás Solabarrieta, que fue testigo de las situaciones, y ahora que ya está afuera y a la espera del desarrollo de la gran final, en conversación con radio Pudahuel comentó su parecer sobre aquellos momentos de tensión.
“Ese fue el día más complicado del encierro, todos esos conflictos ocurrieron en siete horas”, detalló el exfutbolista, agregando que, como espectador, dado que no estuvo participación directa en las peleas, “fue complicado ir a cualquier lugar de la casa y encontrarse con discusiones que de verdad eran fuertes. Mucha gente, incluso Guarén y Uriel, que son de no discutir, se fueron a distintos lugares de la casa por el nivel de estrés que sentían”, confidenció.
«No puedo avalar lo que ambas hicieron»
Del enfrentamiento entre Sepúlveda y Undurraga indicó que nunca vio lo que pasó porque estaba en la piscina con otros integrantes de la casona y los hechos ocurrieron en el establo. “Sí nos percatamos de que Angélica estaba muy enojada y con justa razón. Creo que cualquiera que hubiese estado en esa posición se hubiese molestado porque no corresponde que te tiren caca en la cara o en el cuerpo”, reconoció el hijo de Ivette Vergara.
Aun así, cree que no era necesario llegar a la situación extrema. “Entiendo las discusiones de la casa (…), pero una de la dos debería haber cortado antes la pelea. No puedo avalar lo que hizo Fran porque no corresponde y tampoco la agresión verbal de Angélica (…) Creo que la discusión no fue tan grave como para llegar a esos extremos”, analizó el deportista, reconociendo que intenta ponerse en el lugar de cada una y que el factor encierro, la ansiedad y el estrés pudo haberles jugado una mala pasada, no representando lo que ellas son como personas.
Sobre su primera experiencia en un reality, el joven de 27 años comenta que, si bien dudo mucho en ingresar, estaba muy contento «de haber podido mostrar cómo es Nico Solabarrieta (…) Tengo buenas sensaciones y estoy muy agradecido”, señaló.