La llegada de un hijo a la vida de una pareja no solo cambia las prioridades de sus progenitores, sino también la rutina con la que antes organizaban su día a día.
Espacios, horarios, comidas y las responsabilidades parentales adquieren una nueva dinámica a la que Cristián Arriagada ha debido sumarse tras el nacimiento, hace nueve meses, de su hija Pascale.
“Ha sido intenso. Ahora tengo una doble responsabilidad, el trabajo y mi hija en la casa. Hay que dosificar las energías, sacarlas de repente de la nada. Y como duerme tres horas, después uno se las tiene que arreglar para estar con buena cara al día siguiente”, relató el actor a Publimetro, en el marco del lanzamiento de “Dime con quién andas”, la próxima teleserie de Chilevisión.
Pero también, han aflorado en el intérprete nuevos temores, propios de quien por primera vez es responsable al cien por ciento de otro ser humano. “Es harto trabajo emocional. Alguna vez un amigo me dijo, y lo estoy viviendo en carne propia, que cuando me convirtiera en padre, aparecían otros miedos”, explicó Arriagada a Página 7, sobre el importante rol que ahora ha debido asumir junto a su Cecilia González.
“Quieres que no le pase nada, que esté bien cuidada. Cuando no estás con ella, te encuentras pensando en cómo estará. En la noche, voy a su cuna para comprobar que está bien. En fin, aparecen ciertos terrores que antes no tenías”, detalló el actor de “Verdades Ocultas”.
Negociación por vencer
Pero más allá de las preocupaciones propias de la paternidad, sin duda, la llegada de la pequeña a la vida de la pareja, ha sido una bella forma de reinterpretar el amor en una dimensión distinta, tal como el mismo actor explicó en sus redes sociales al anunciar el nacimiento de su retoña.
Una que por ahora seguirá siendo la única, porque la suma de un nuevo integrante a la familia, es una negociación pendiente entre los padres. “Dijimos que después de que cumpla un año íbamos a conversarlo”, señaló Arriagada, a pocos meses de que ese plazo se haga efectivo.