En la nocturna de Mega, el actor de «Mamá Mechona» y «Pacto de Sangre» interpreta a Cristóbal, un abogado que perdió a su mujer y su pequeño hijo en el tsunami del 2010, y de la noche a la mañana se entera de que están vivos, y que recuperarlos no sería tan simple.
Hernán Contreras revisó junto a nosotros el debate que ha causado en redes sociales el cómo su personaje ha decidido acercarse a Gaspar (Diego Rojas), logrando dividir al público entre quienes le dan su incondicional apoyo a él y quienes se cuadran a brazo partido con Eric (Pedro Campos). «Me parece interesante el debate, era algo que me imaginaba cuando me hablaron del personaje y el triángulo amoroso que se iba a formar, porque acá no sólo se habla de paternidad, son muchos factores los que se mezclan», nos comenta el intérprete.
«Cristóbal no sólo se entera de que su hijo está vivo, también de que eso está cruzado con la historia de amor de Eric y Marina», puntualiza Contreras, agregando que su personaje se siente «con todo el derecho de estar con un hijo que creyó muerto, con querer estar con él y recuperar el tiempo perdido, pero resulta que Eric lo crio diez años y Marina, por esas casualidades de la teleserie, justo está enamorada de él».
«Imagínate, creíste que tu mujer y tu hijo murieron, tuviste que rearmar tu vida, te enteras de que están vivos, pero ahora ella tiene otra personalidad y que a tu hijo lo crio otra persona, de quien está muy agradecido. O sea, crees que la vida te dio una segunda oportunidad, pero no, te la está mostrando en la cara, pero te la está quitando», sentencia el actor. «No puedes mantenerte zen, equilibrado, sabiendo que existe una historia de amor entre Eric y Marina, que influye también en la relación que puedes tener con tu hijo que creíste muerto. ¡Es para volverse loco! No creo que exista una forma equilibrada de actuar estando en una situación como ésa», añade.
Sobre la controversia que ha causado en las redes el cómo los personajes adultos han manejado la situación, Hernán declara que «es muy entretenido ver cómo la gente toma partido y cómo esperan que los personajes respondan a conductas morales correctas, como diciendo: ‘yo creo que él debió hacer esto’. Quizás todos están equivocados y debieron partir por haber llevado a Gaspar al sicólogo».
«Los personajes no están construidos para que respondan a conductas perfectas, de hecho, creo que son reflejo de las imperfecciones del ser humano, entonces eso hace entretenida y sabrosa la historia. Todos están tratando de ser mejor persona, pero cada uno tiene su voluntad y apuntan a distintos lados. Algunos toman partido por Eric, que lo crio; y otros por Cristóbal, porque hasta el momento, es un tipo que perdió a su hijo, no lo abandonó, una catástrofe de la naturaleza se lo quitó», precisa.
«Es difícil ver cuál sería la regla que predomine para decir quién tiene la razón, es difícil, porque por otro lado, está la voluntad de Gaspar, y ahí aparece otra interrogante: ¿Los papás somos dueños de los hijos? ¿Es papá quien cría? Se presenta otro conflicto interesante ahí y la gente no sabe para donde tirar. Hay críticos de Eric, de Cristóbal, hasta de Gaspar… porque Eric representa la nueva crianza y Cristóbal la que es más antigua, donde los adultos tenían la razón y creían lo que era mejor para ellos. Me parece entretenido que la gente tome partido por ellos, pero finalmente hasta yo me he preguntado qué es lo correcto. Me parecería mejor que lo respondiera un especialista», finaliza.