Este miércoles, a penas comenzaba la jornada, el matinal de Chilevisión mostraba una compleja situación en el Centro de Santiago, cerca del Parque O’Higgins. En una calle, hubo una masiva fuga de agua que inundó todo, provocando incluso que un auto quedara atrapado.
En ese contexto, Daniela Muñoz, la reportera de «Contigo en la Mañana», se encontraba en el lugar mostrando cómo se desarrollaban los acontecimientos, cuando en determinado momento, personal municipal apareció para instalar una bomba que drenara el agua de la calle.
Fue en ese instante que la periodista se dio cuenta de un particular detalle. Y es que la manguera conectada al motor que sacaba el agua estaba totalmente llena de pequeños agujeros, mojando todo al rededor, pero no sabía si eso era a propósito o si la herramienta estaba rota.
La situación era tan irrisoria, que provocó la risa y curiosidad de Julio César Rodríguez y Monserrat Álvarez, desde el estudio. Sin embargo, el conductor del matinal no pudo evitar contener su risa por lo particular de la supuesta solución al problema.
«Me dan ganas de quedarme durmiendo, no sé para qué me levanto«, dijo entre risas, sin poder creer lo que ocurría. «Pero será verdad esto, o quizá es una técnica que no conocemos», se preguntaba Álvarez, instando a Muñoz a que consultara al personal municipal si los orificios tenían alguna función o no.
Julio no podía contener la risa
Muñoz, entonces, se acercó a un trabajador, quien le indicó que, efectivamente, tanto la manguera como el motor de bomba que sacaba el agua estaban «malos» y debían esperar a que trajeran otros en buen estado.
Al respecto, la respuesta del hombre provocó aún más risas por parte de Rodríguez, quien tuvo que salir de cámara para guardar la compostura. «Nos pusimos repugnantes, en la mañana«, comentaba entre carcajadas, asegurando que lo que más le causaba gracia era la «incredulidad de Dani» al pensar que podía ser una técnica nueva.
«Julio, no te rías, pero es impresionante, porque tiene muchos hoyos», se defendía Muñoz, también aguantando su risa. Finalmente, de pronto, la bomba sorpresivamente dejó de funcionar en pantalla y los comunicadores siguieron hablando de la calle inundada.