De lunes a viernes, en Mega, podemos ver a Solange Lackington representado a Rocío Verdugo, la protagonista de la teleserie que es uno de los programas más vistos en la televisión nacional. Es por ello que Fotech.cl conversó con la reconocida actriz sobre su papel en la telenovela, de cómo ha sido interpretar al personaje que anteriormente realizó Camila Hirane y del futuro del personaje, entre otras cosas.
¿Cómo ha sido interpretar a Rocío?
Me siento muy feliz de haber tomado este personaje que interpretó tan bien Camila Hirane durante cuatro años, que la gente adora y eso es mérito exclusivo de la Cami, ya que ella lo construyó y armó, entonces yo recibo esta posta, a este personaje que ya viene gordito, lleno de un colchoncito afectivo del público que está atento a seguir la historia de ese personaje. Tengo mucha conciencia que este es un personaje que yo tomo, que ya existía, que otra compañera viene representando, tengo la fortuna de hacerlo yo veinticinco años después. Ahora yo me hago cargo de eso, del personaje ya en la madurez, de ahí en adelante soy responsable de Rocío y estoy muy contenta con ello.
¿Cómo has recepcionado las buenas críticas a tu personaje?
Estoy muy contenta, muy agradecida de la gente, de los comentarios, de las críticas que he tenido. Estoy muy contenta porque siento que la gente lo ha recepcionado muy bien, que se han cumplido las expectativas del público y ver que esta teleserie tiene una cantidad de seguidores gigante, estoy abrumada de felicidad con tanta gente que ve esta historia, que la sigue y participa además activamente posteando o escribiendo en los Instagram, hay miles de páginas de seguidores de “Verdades Ocultas” donde comentan día a día las escenas. Me ha gustado mucho también que repercute en las conversaciones del público, alguna vez leí en alguno de estos grupos precisamente de una escena en la que yo iba al cementerio y donde yo juzgaba a esta madre ya muerta y la hacía responsable a ella de toda la desgracia de la familia, y esa escena generó un debate entre las personas que apoyaban el pensamiento de Rocío y otros que no. Me encanta que se genere ese tipo de reacciones, porque hay una necesidad muy grande de la gente de sentirse identificado en situaciones que tengan que ver con la emocionalidad. Y por otro lado, siento que estamos contando bien la historia.
Además, Rocío logró generar una gran empatía con el público porque al llegar a Chile se da cuenta que fue traicionada por gente que realmente quería, y más allá de querer vengarse lo único que ella quiere es estar con su hijo.
Absolutamente. Es una mujer que quiere ser feliz, que por alguna vez en la vida quiere estar tranquila, tener paz y ser feliz con las personas que quiere. Es un personaje que tiene una gran paleta de colores, que en las temporadas anteriores tenía un ego muy grande, una suerte de narcisismo muy alto, con una autoestima camuflada, porque igual estaba deteriorada, frágil, la Camila se encargó de construirla desde la seguridad, del autocontrol, de un creerse que ella todo lo hacía bien, entonces yo tomo este personaje en donde mira hacía atrás y se da cuenta que todo lo que ha hecho, nada lo ha hecho bien. Esa es mi mirada del Rocío. Ella ahora lo único que quiere hacer bien, es reencontrarse con su hijo primer hijo, porque ni siquiera la hija que tuvo con Leonardo es algo de lo que ella se sienta orgullosa de haber hecho bien esa maternidad, porque se la delegó al padre, porque fue una madre presente-ausente, su emocionalidad estaba comprometida con una historia para atrás. Yo siento que desde ahí comenzó a generar más culpa aún, ya que ella ya tenía el sentimiento que por su culpa se robaron a su hermana, ella va sumando errores que piensa que los está haciendo por el beneficio de los otros, es una mujer que se ha postergado mucho en función de otros: por su hermano, por su hermana, por Tomás, sus hijos… se postergó a tal extremo que se encerró por 25 años en esta cárcel, tal como lo decía en el primer capítulo, ya que si bien no era una cárcel, físicamente hablando, no era el lugar donde ella quería estar, con una familia que nunca pensó formar y siempre con el recuerdo de lo que dejó atrás, de lo que perdió… de lo que le quitaron.
Pero ahora viene más madura…
Sí, ahora está más madura, pero sigue con la debilidad que le causa encontrarse con los seres han sido importante en su vida, su hermana, estos siete que ellos nombra. Diego, que le dolió enormemente la traición de él, con Tomás… se da cuenta que todavía hay cosas que se revuelven cuando se encuentra con estos personajes. Aún hay atisbos de cierta fragilidad que aparece, que también son muy bonitas porque van a hacer que ella cometa ciertos impulsos que la van a llevar a meterse en problemas nuevamente.
Solange, y de esos impulsos que comentas, ¿podría ser que Rocío nuevamente tenga un romance con Tomás?
No te puedo adelantar (risas) ¡Eso tienen que verlo! Pero está muy entretenido… es como el dicho “donde fuego hubo, cenizas quedan”. Hay una historia entre ellos, un amor bien tortuoso, es una relación de altos y bajos, un poco karmática según yo. Es una relación que está ahí, suspendida. Siento que esa también es una historia que, desde su origen, de la génesis de estos personajes, nunca pudo fluir bien, siempre hubo cosas que impidieron que esta relación pudiera florecer. Nunca se pudo poner a prueba si realmente son el uno para el otro, crearon ellos mismos muchas situaciones que provocaron estas idas y venidas. Hoy en la madurez, es muy lindo lo que ocurre ahí, el cómo se enfrentar a la posibilidad de un sentir, de un despertar al amor desde esa edad. Me parece muy interesante que esta telenovela también incluya eso en esta nueva temporada, cómo se relacionan los adultos, cómo nos relacionamos los mayores de cincuenta años, frente a todos estos puntos. Frente al amor, a la posibilidad de abrazar nuevamente, reencantarse con el amor, de atreverse a ser auténticos, a jugársela al 100% por los hijos, uno en particular en el caso de Rocío, en fin, esto de que los personajes tengan esta edad permiten que se puedan reconocer otro tipo de público, no tan solo lo más jóvenes, sino que también más adultos. Además, el público joven puede reconocer a sus adultos en estos personajes.
Solange, cuando a ti te llamaron de Mega y te dijeron “te tenemos este personaje” ¿Qué te llevó aceptarlo? ¿Qué te llamó la atención?
El desafío de lo que significaba. Realmente era un desafío, una bonita construcción, crear algo a partir de cosas que ya existen, pero con una cantidad de tiempo que no es menor, 25 años, es prácticamente toda la vida de un joven, por ejemplo. Me llamó la atención eso, como tomar este personaje que tiene tanta historia, yo sentía que era una responsabilidad muy grande y un compromiso, me pareció super atractivo ver cómo sería ella 25 años después. Preguntarme “a ver si yo soy Rocío, ¿Qué quiere ella?” Eso me despertó un imaginario muy grande, ya que este personaje de refugió de alguna manera en el alcohol, cómo desde ahí puedes reivindicarte. Ella comienza a controlar esta situación, eso también eso es super interesante de trabajar, qué es lo que pasa por la cabeza de una persona que tiene una dependencia, cómo se enfrenta a ello, traté de demostrar en las escenas qué pasa por la cabeza de Rocío cuando está tomando. Ella estaba absolutamente amargada y apagada en España, perdida en el alcohol, que en vez de ayudarla la estaba más deteriorando, ha diferencia de cuando llega a Chile donde el alcohol sirve de otro instrumento y así va a ser a lo largo de la historia. Pero eso me pasó, me produjo mucha atracción tomar este personaje, como un bonito trabajo de construcción a partir de algo que ya existe, pero que yo voy a hacer algo totalmente distinto, nunca me plantee que tenía que imitar a Camila, tengo que ser como ella, no los personajes tienen una esencia al igual que las personas y no las cambiamos, uno modifica con los años el modus operandis de esa esencia. Obviamente observé cómo realizaba ciertas actitudes, cosas que no cambian con el tiempo, pero me concentré muchísimo en cómo 25 años después está esta mujer, qué cosas le ha dejado su historia, qué huella ha dejado en ella. He trabajado mucho el alma del personaje, de dentro hacia fuera.
¿Comentan entre los actores lo que opina la gente sobre la cómo han tomado los personajes en adultos?
La verdad es que entre nosotros los actores no hemos comentado mucho sobre esto. Sí, por ejemplo, comentamos con Cata (Guerra) sobre el encuentro que tuvo ella con Rocío, lo fuerte que fue grabar esa escena, lo hablamos entre nosotras y con la Chichi (Cucurella) que también ella está pendiente del trabajo de todos los compañeros en la telenovela, nos comenta muy generosamente las escenas, pero no es mucho lo que se comenta en general entre nosotros mismos, lo trabajamos no más.
Solange, ¿cómo ha sido grabar en pandemia?
No ha sido para nada fácil, pero afortunadamente tenemos todo un protocolo a seguir al pie de la letra, nos cuidan muchísimo en ese sentido en el canal, nos hacen las PCR los días lunes y jueves, hay distanciamiento, tenemos una enfermera de forma permanente que está siempre entrando al estudio a cambiarnos las mascarillas, a distribuir el alcohol gel, se ventila el estudio cada cierto rato, todos debemos hacerlo para que puedan hacerlo, se sanitiza, en fin. Hay un protocolo que hemos seguido todos, porque entendemos, y aprendimos, que es la única manera de cuidarnos, de protegernos y de poder seguir trabajando. También hay que entender que el trabajo es una necesidad, no es un privilegio. Que hoy podamos trabajar con todos estos cuidados y este protocolo es maravilloso, porque podemos seguir haciendo nuestro trabajo y ojalá pudiera ser así para toda la gente. Lamentablemente esta pandemia ha traído otros coletazos como el desastre económico provocado por el mal manejo de la administración de nuestro país.
A ustedes como elenco les tocó vivir el contagio de Cristián Campos ¿cómo los afectó?
Si bien es cierto que Cristián tuvo Covid-19, dentro del elenco nadie más se contagió, se tomaron todas las medidas, se pusieron preventivamente en cuarentena a todas las personas que pudieron tener contacto directo con él en ese momento.
Tú también eres una mujer de tablas, muy ligada al teatro ¿Cómo sientes que ha actuado el Ministerio de las Artes y Cultura en esta pandemia?
Pésimo, es la gran crítica al Ministerio sobre qué es lo que ha pasado con nosotros, aunque te diría que no es tan novedoso porque estamos abandonados desde hace mucho tiempo, pero eso hoy se evidencia mucho más. Es doloroso y triste… es lamentable que un país no valore ni proteja a todos los representantes de las artes y la cultura, que somos los que finalmente los que damos cuenta del que hacer, del pulso, que tiene el país, de la idiosincrasia, eso es lo que nosotros representamos y hacemos, además de generar espacios de distracción y esparcimiento. Quedamos absolutamente abandonados en esta pandemia, sin protección social de ninguna índole. En nuestro caso en particular solo agradecimientos a Chile Actores, que es una entidad que de alguna manera nos protegió y nos permitió tener ingresos, antes de tiempo, al dinero de nuestras repeticiones, por ejemplo, y también otorgaron algunos dineros a gente que no tenían ningún tipo de ayuda. Esperemos que esto cambie con la nueva Constitución.
Solange, si yo te pidiera que me definieras en una frase el futuro de Rocío ¿Cuál sería?
Uff qué difícil porque se viene de todo, hay de todo… hay en ella, sin duda, una necesidad de venganza, pero más que de venganza hay un anhelo de ser feliz, de poder volver a tener de lo que ha estado privada tanto tiempo.
Por último ¿Qué opinas del dicho que en “Verdades Ocultas todo puede pasar”?
Que es real, absolutamente, en “Verdades Ocultas” todo puede pasar, cualquier cosa, nosotros nos hemos podido dar cuenta in situ (risas). Pero sabes, eso también es súper atractivo porque es muy curiosos, como en la vida, que todo puede pasar.