El primer capítulo de la nueva temporada de «En Su Propia Trampa» estuvo cargada de violencia luego de que el protagonista de la historia Rafed Taleb, un hombre de nacionalidad siria le debiera diez millones de pesos a la dueña de la casa que arrienda en San Bernardo. Al verse molesto con la irrupción del equipo del programa, Taleb sacó una pistola y los amenazó a todos con «pegar balazo».
En esta oportunidad Rafed, en entrevista con LUN, tuvo la oportunidad de defenderse tras la emisión del espacio, que lideró la sintonía prime del domingo con 22 puntos. El hombre aseguró al matutino que «yo no ser violento, televisión mostrar solo una parte. La otra no».
«El tema de la pistola fue porque yo ver mucha gente fuera de casa, pensaba que era robo, ya (me han entrado a) robar dos veces acá. Yo defender familia y casa. Yo hacer eso y más por mi familia», añadió. Por otro lado, explicó que el arma está inscrita y que la tiene porque «la delincuencia está muy fuerte».
Taleb detalló que vive hace doce años en Chile «y esto es lo peor que me ha pasado. Sufro por mi familia, siento vergüenza de que digan (que soy) ladrón, eso no es verdad, yo ser trabajador. Lo que más me duele es mi familia».
Luego de que el programa saliera al aire, el sirio optó por no enviar a sus hijos al colegio ayer ya que sentían vergüenza. Aseguró que le han llegado amenazas, le hackearon el Facebook y en redes sociales han organizado funas en contra de su negocio de shawarmas.
«No ser ladrón. Yo trabajar de lunes a lunes por mis hijos. Nunca en mi vida he tenido deudas, revise Dicom o pregunte acá en San Bernardo. Tengo todos los documentos en regla y eso es la ley. ¿Por qué el programa no mostrar el contrato o las causas (judiciales) que me dan la razón? Yo creo que el programa hizo una película conmigo y yo era el malo. Emilio el héroe. Quedé peor que el diablo y yo solo quiero que muestren la verdad», concluyó.
Según el abogado de Rafed, el hombre acusado de morosidad dejó de pagar por un problema entre la dueña de la casa y él. «Teresa Pérez tenía la propiedad con dos contratos. Con la misma dirección, la señora recibía dos entradas. Esto pasó en 2013, y Rafed dejó de pagar hasta que la señora le devolviera esa parte del terreno. Ese es el fondo del problema», explicó.
Luego agregó que «ella, por contrato, debía pagarle a Rafed por las mejoras que él hizo en la propiedad… por todo eso se llegó a un acuerdo entre las dos partes en mayo (en el Primer Juzgado de Letras de San Bernardo), donde Rafed acordó pagarle tres millones».