Fue uno de los participantes que llegó a la final de la primera temporada de «El Discípulo del Chef», aunque no logró ganar. Desde entonces, ha crecido bastante como profesional y ha llegado a trabajar en varios restaurants de prestigio, incluyendo algunos locales de Ennio Carota y Carolina Bazán.
Joaquín Winter fue aprendiz de Yann Yvin en el equipo azul y perdió ante Miel Blanca en la primera final del concurso culinario de Chilevisión. En conversación con Página 7, el joven de 24 años reveló los motivos que lo empujaron a aceptar el nuevo desafío y se sinceró sobre esta nueva etapa como discípulo de Sergi Arola.
“En la primera temporada lo pasé súper bien, encontré que era una instancia en donde uno podía aplicar mucho los conocimientos adquiridos. Lo acepté como un nuevo desafío para ponerme a prueba, competir conmigo mismo y hacer lo que me apasiona, que es cocinar”, reflexionó de entrada.
En ese contexto, explicó que tiene altas expectativas con su paso por el show, ya que se ve a sí mismo en las finales. «Siento que estoy súper capacitado para llegar lejos en esta instancia”, explicó. “He estado en muchos lugares a la cabeza de proyectos. Así que me siento con expectativas de poder llegar lejos“, agregó.
Consultado por cómo compara la experiencia en «El Discípulo del Chef» en comparación a su antiguo maestro en las cocinas y el actual, Winter afirmó que los estilos y las enseñanzas de ambos expertos en la materia son diferentes, pero igual de valiosos.
En el caso de Yvin, destacó que se trata de «un excelente maestro y profesional». «Es tradicional y metódico en los pasos que hay que seguir en la cocina. Me ayudó a ser más prolijo y a encontrar el sabor natural a las cosas, no intervenirlas con condimentos”, dijo del francés.
En tanto, sobre el chef español que lidera al equipo rojo, el joven partió comentando que “él viene de España, de la cuna de la cocina moderna». «Te enseña mucho el minimalismo, a ser minucioso, meticuloso. También la vanguardia es protagonista. Con Yann son dos perfiles distintos, pero estoy más ligado a la filosofía de Sergi”, admite.
En ese contexto, con relación a las constantes críticas que ha recibido Arola por sus gritos y forma de comandar en la cocina, Winter señala que está acostumbrado a trabajar en ese tipo de ambientes. “Lo importante es no tomárselo personal (…) Lo que hace Sergi es meternos caña, porque sabe que podemos sacar el máximo de nosotros”, manifestó.
Finalmente, Joaquín se refirió al anhelado primer premio de esta temporada, que consiste en liderar por un año un restaurant de Monticello. “La oportunidad de que te den tu propio restaurant en Monticello, en donde hay un flujo de gente importante es increíble“, sentenció.
“En mi caso, me gustaría tener un restaurant, que sea interactivo con la gente, que le pueda dar un valor agregado, de que la gente pueda terminar los platos, de que sea partícipe de la experiencia. Sueño con tener algo así y que la gente lo pase muy bien comiendo”, agregó luego para concluir.