Shakira ha tenido un 2018 de muchas idas y vueltas. Volvió a la música, le dijo adiós a ciertos problemas de salud que la aquejaron, y también quedaron atrás los rumores de que su matrimonio con el defensa del club de fútbol catalán Barcelona, Gerard Piqué, se estaba yendo a… pique. Pero el cierre del año llegó con malas noticias para la colombiana.
La cantante fue acusada por la Agencia Tributaria española (equivalente al SII chileno) de “presuntamente” defraudar al fisco hispano entre 2012 y 2014 con 14,5 millones de euros por concepto de impuestos de la renta y patrimonio, por lo que ahora deberá enfrentar una causa penal.
Según la prensa española, el elemento clave de la investigación es determinar dónde fijó su residencia fiscal desde 2011, cuando se hizo pública su relación con Piqué. En España la ley establece que si un a persona pasa la mitad del año (más un día) en ese país, se le debe considerar residente y pagar impuestos por los ingresos que obtenga en todo el mundo.
La acusación es que Shakira simuló vivir en Bahamas -donde compró una casa en 2004- para eludir dicho pago. La cantante a fines de 2013 tuvo su primer hijo con el Piqué y se compró una casa en Esplugues de Llobregat, declarándose oficialmente residente en España sólo en 2015.