En los últimos años Angelina Jolie y Brad Pitt han protagonizado uno de los divorcios más peleados de Hollywood, llenando innumerables páginas de farándula con nueva y sabrosa información acerca de sus conflictos. Sin embargo, como el dinero es un poderoso compañero, existe algo que aún los une: el negocio del champán.
Ocurre que, a pesar de ya no ser pareja, continúan siendo socios en uno de los emprendimientos que lanzaron cuando sí lo eran, la bodega francesa productora de espumante rosado Miraval, donde están asociados con la familia de viticultores Perrin para producir exclusivamente champán rosado.
Y en este contexto, en vez de darse a conocer una nueva riña de Jolie y Pitt, la noticia es la salida al mercado de Fleur de Miraval, un espumante rosé elaborado en el pueblo de Mesnil-sur-Oger -origen de algunos de los mejores champagnes del mundo- que en su primera cosecha lanzará al mercado solamente 20 mil botellas a un costo de 390 dólares cada una.
Una nota que publicó la revista People sobre el tema, destacó que Pitt es el más implicado en las operaciones de la bodega, y que su intención es desarrollar un champán rosado de clase mundial. Al parecer, va por buen camino, porque en una degustación realizada días atrás uno de los mejores sommeliers del mundo, Andreas Larsson, publicó en su Instagram donde calificó el producto con 95 puntos sobre 100, señalando que es uno de los tres mejores champagnes que encontró en su carrera.
Pitt y Jolie compraron Miraval en 2012, cuando todavía estaban casados. Si bien muchos especulan sobre quién maneja la bodega y su producción, fuentes cercanas a ambos consultadas por People señalan que “la propiedad es vista como una inversión para su hijos”.