No será la teleserie más vista en el prime, pero a mi juicio es lejos una de las mejores producciones nocturnas y que genera gran revuelo en redes sociales. La historia se desarrolla de manera intensa, siempre en constante climax, viviendo cada capítulo como si fuese el último, generando en su público angustia y ansiedad por ver el siguiente. Sentimientos que otras producciones dramáticas no han sido ni son capaces de entregar. Creo que la suma de grandes factores como: tener un guión magistral liderado por Nona Fernández, una impecable dirección por parte de Rodrigo Velásquez, además de una excelente musicalización y por sobre todo grandes actuaciones, logran que ésta sea una teleserie de gran calidad.
Un sorprendente capítulo fue el que se exhibió este miércoles 30 de abril, en el cual se vive un hecho histórico: los supuestos psicópatas de Viña reciben la sentencia final, la de ser condenados a muerte, produciendo el desmayo de «Lucho» (Roberto Farías), la incredulidad de «Juan» (Néstor Castillana) y el llanto desconsolado de su mujer «Rosa» (Camila Hirane), quien ha sido clave en los últimos episodios acaparando la atención del televidente por la forma que ha defendido a su hombre.
Otro hecho de gran relevancia fue el salto en el tiempo. La historia avanzó tres años en un par de segundos, sin mostrar nada de lo ocurrido durante ese espacio temporal. Esto produce en la audiencia el interés de saber qué sucedió en esos años, un juego de guión poco visto anteriormente. Me da la impresión de que en la descarnada recta final mostrarán las fechorías y lo acontecido durante ese tiempo. Además, otro punto importante, que se pudo ver ese día, fue que se reveló la identidad del traidor, quien rompió las pruebas que inculpaban al verdadero psicópata de Viña: «Fuentes» (Rodrigo Soto), quien era uno de los investigadores que trabajaba con el renunciado comisario Opazo (Francisco Peréz-Bannen) y Carrasco (Catalina González). En el capítulo no apto para cardiacos se presentó a este tercer psicópata: «Roberto Quiñones» (Edinson Díaz), un ex carabinero. De esta forma ya están los tres condenados a muerte, todos ex carabineros.
No puedo dejar de comentar la excelente actuación de Antonia Zegers en su papel de «Magdalena», especialmente cuando el clan O’Ryan formado por «Francisco O’Ryan» (Julio Milostich) y «Sergio Gringo Chico O’Ryan» (Cristóbal Tapia Montt) tomaron la venganza en sus manos e hicieron revivir a «Magdalena» la forma cómo su esposo «Carlitos Cox» había matado a la hija y hermana de ellos: «Dolores» (Antonella Orsini), la novia embarazada que fue asesinada y violada en la playa. En esta situación, cuando estaba a punto de ser violada por el «Gringo Chico», se creó una escena llena de tensión y con una formidable entrega de emoción por parte de Zegers ya que logró traspasar su angustia a través de la pantalla logrando que los televidentes sufriéramos con lo que le estaba pasando a ella. A mi juicio, lejos, este ha sido su mejor papel en la televisión.
En fin, la recta final de «Secretos en el Jardín» al parecer se viene con todo. Si usted quiere ver una producción de calidad, no se pierda los últimos capítulos de esta intensa historia en la que aún quedan muchos misterios por revelar y una interrogante que contestar: ¿Habrá verdadera justicia o la corrupción triunfará?. Imperdible, de lunes a jueves a las 22.30 horas por Canal 13.