El recordado ex participante de «Protagonistas de la Música» que irrumpió en la recta final del estelar musical de Mega se prepara para participar desde un comienzo en la segunda temporada que comenzará dentro de las próximas semanas. En conversación con Fotech.cl abordó lo que significa este nuevo desafío, pero también la ola de comentarios violentos que recibió al ser el responsable de la salida de Santiago Meneghello.
Tuviste un paso por la primera temporada de “The Covers” donde eliminaste a Santiago Meneghello. Esta situación causó la irritación de las redes sociales e incluso hiciste público que te llegaron comentarios bastante agresivos, ¿qué pasó?
Exacto, como bien dices fue algo muy súbito, muy intenso y hasta un poquitito perverso. Pero claro, dado el resultado de esta intromisión, me vi como el canal de ciertos comentarios medios pencas, que tenían que ver con la defensa hacia Santiago y con el menosprecio hacia mi persona. Todo con un tono muy violento, muy de rencores, demasiado oscuro. Hago esta visibilización, de todo este tema en las redes, y me expreso como lo hice, pero que se entienda que no tiene que ver al ego, sino que tiene que ver con visibilizar este tipo de conductas porque es algo que llama la atención y es importante tomar conciencia. Mira el nivel de violencia con que está la gente, el nivel de frustración. No sé si será la pandemia o Piñera, pero la gente está enojada. El haber sido canal de aquello, y que esto lo provocase un programa de tele, y para más remate un programa de entretención, ni siquiera un debate… Es curioso. Vale la pena dar cuenta de aquello.
¿Qué sentiste cuando te ofrecieron entrar a la parte final de “The Covers”?
Salté en una pata, estaba feliz, demasiado feliz. Me había enterado que existía este programa a través de las redes, me sentía un poco picado porque no me habían llamado, tenía ganas de estar ahí. De repente mágicamente suena el teléfono para yo estar ahí, entonces feliz. Yo entiendo que puede ser un poco delicado en algún momento, pero son las reglas del juego y uno las entiende y uno piensa que es así. Fue fantástico el haber estado ahí. Yo había llevado todo este proceso en el secreto mejor guardado, me llevaban al cuarto piso, nunca hubo contacto con nadie del elenco, ni siquiera con los jurados. El momento de ver a Santiago cara a cara fue en el estudio, en el programa. Todo fue muy cordial y de un abrazo sincero.
Comentaste que hace tiempo no realizabas la imitación de Miguel Bosé, sin embargo, tu actuación fue muy parecida, no se notó ese paso del tiempo en ella…
Uno igual se siente algo oxidado. Yo procuro ser muy metódico, tomarme estas cosas con harta disciplina, lo que más pueda. Para mí fue muy rápido y fugaz todo, muy estrecho el tiempo de ensayo, fueron dos semanas y al fuego. Me hubiese gustado trabajar un poquito más el personaje. De cualquier forma, agradezco los comentarios lindos, más allá de estas manifestaciones, hubo comentarios muy bellos. Feliz de estar a la altura siempre, del cariño y de los recuerdos.
Como varias cosas en la vida, siempre tenemos una segunda oportunidad. Ahora estarás en la segunda temporada del programa, pero desde el principio. Sorpresivamente no tributarás a Miguel Bosé…
Estoy feliz porque voy a poder cambiar el traje, el vestuario. Miguel Bosé ya no va y me tiene súper contento. No es que yo deteste a Miguel Bosé, pero yo soy un poquito inquieto y no me gusta usar los mismos zapatos mucho rato. Esto se extendió mucho, por eso ahora vamos con dos personajes, que por lo demás son cantantes que yo admiro, con los que yo alucino, los que gozo. No así con la experiencia de Bosé, yo no fui fanático de él. Pero ahora sí soy fanático de quienes voy a interpretar y eso me tiene muy contento. Los elegí precisamente por el placer que me provocan, no fue por una estrategia de pensar que me salen bien o no. Me metí en las patas de los caballos porque toca ensayos y un proceso fuerte.
¿Y quiénes serán?
Joan Manuel Serrat y David Bowie. Es un desafío mayor, aunque a mí me gusta meterme en la pata de los caballos, me gusta complicarme la vida. Yo siento que Bowie se merece todo el esfuerzo para hacerlo. Son dos personajes que no se suelen ver en este tipo de programas ni dinámicas. Eso también me tiene ilusionado. La música de ellos merece estar en la radio, en los carretes, tenerlos a vista y paciencia de todo quien lo pueda ver.
En los ensayos, ¿con cuál te sientes más cómodo?
Es un vaivén, hay días que Serrat se planta un poquito mejor que Bowie, otras veces es al revés. Hay estamos buscando. Hay días en que ninguno de los dos aparece y es frustrante. Va y viene, todavía no hay una seguridad de nada o algo que a mí me permita sentirme seguro. El proceso no ha tenido tanto tiempo como para asentarme en una suerte de seguridad. Estamos ahí, tambaleando… Buscando ciertas pistas que nos hagan sentir más cómodo en la piel. Por el momento seguimos en la búsqueda.
¿Has podido ver a tus compañeros de programa?
¡Sí! Y eso es lo que me tiene más contento porque es lo que no viví en la participación anterior, que es vivir el proceso desde el comienzo, el ser parte de la tribu. Hemos compartido ciertas instancias, como las creaciones de las entrevistas. No he podido ver a todos porque son muchísimos y no coincidimos al mismo tiempo en los ensayos y grabaciones que se han hecho. Eso sí, nada se ha cantado aún. Todos estamos en la misma, ya hay una cierta complicidad y entusiasmo compartido. Eso está rico.
¿Cuál es el máximo desafío que provoca este programa?
Es estar a la altura. Es llegar y parecerme a los cantantes que estoy diciendo que estoy tributando. Es cumplir una promesa. Llenar las expectativas de la gente. Ese es mi único y gran desafío.