La histórica banda chilena, originada en 1979 en Concepción, ha pasado por diversos momentos en donde sus miembros han estado afiatados y, por otro lado, completamente distanciados. Este último es el escenario actual de la agrupación.
Aunque a fines de 2019, los integrantes de Los Prisioneros estaban en una tregua debido al ambiente que existía por el estallido social, el escenario cambió del cielo a la tierra al año siguiente, debido a una serie de problemas legales, según consignó La Tercera.
Todo se debería a asuntos relativos a la administración del patrimonio de la banda, llegando a tal punto, que, el pasado martes 6 de febrero, Jorge González terminó presentando una querella contra Miguel Tapia y su ex mánager, Alfonso Carbone.
Y es que, según relata el citado medio, el autor de «La voz de los 80» habría sido engañado por el conocido ejecutivo discográfico uruguayo para firmar una serie de acuerdos que tenían por fin rentabilizar y explotar el patrimonio de la banda.
La querella fue declarada admisible y busca perseguir a «todos aquellos que resulten responsables como autores, cómplices o encubridores» de los delitos de falsificación de instrumento público, uso malicioso de instrumento público falso y administración desleal.
¿Qué ocurrió?
Todo se habría originado después de una larga relación entre los tres, lo que desembocó que, en 2019, Carbone convenciera a González de firmar un documento que autorizaba la fabricación de discos de Los Prisioneros. El problema es que, según da cuentas el documento de la querella, Jorge habría sido engañado.
Esto, porque cuando se le consultó si Marco González -hermano de Jorge- había revisado los papeles, Carbone aseguró que sí, por lo que González, confiado, firmó todo. Posteriormente, se daría cuentas de que Marco en realidad no tuvo en su poder ningún documento.
“Dichos documentos se firmaron de manera totalmente informal, en horario de almuerzo, sin la presencia de un ministro de fe y sin haberse leído, puesto que como está dicho, Carbone le aseguró al señor González que ya habían sido revisados por su representante y hermano don Marco González Ríos”, se consigna.
Lo grave de la denuncia es que se plantea que el ex mánager estaría utilizando la firma de Jorge en otros documentos para otra clase de objetivos. “Queremos que se repare el daño patrimonial y moral que se ha causado al señor Jorge González en las difíciles circunstancias por las que ha atravesado en los últimos años y de las que los querellados se han aprovechado vilmente”, concluye la querella.