El pasado viernes, la animadora tuvo su primera aparición en el programa de farándula de TV+ al que se incorporará definitivamente desde enero. Pero más allá de su presencia en el espacio, los ojos estaban puestos en lo que sería su primer encuentro con el periodista a años de una polémica que terminó en tribunales.
A fines de 2012, Sergio Rojas dejó entrever que la madre de Pamela Díaz había ejercido la prostitución, lo que provocó una querella por injurias y calumnias en su contra. Finalmente, el actual panelista de «Me Late» terminó pidiéndole disculpas públicas a «La Fiera».
Al comienzo del espacio, Daniel Fuenzalida, ya con Pamela Díaz en el estudio, dio cuenta de que Rojas no estaba contestando la videollamada desde su casa y para sorpresa de todos, el periodista terminó apareciendo en el estudio.
Lo ocurrido ese día, Sergio Rojas lo detalló en una publicación en su cuenta de Instagram donde explicó que «decidí llegar a ‘Me Late’ pese a que no estaba citado. Pero como Pamela dijo en un live el día anterior que iría, me salieron los cachos y dije a no, yo voy si o si, jajaja. Aunque los jefes se cayeron de poto al verme. Incluso el guardia no me quería dejar pasar, jajaja. Pero el saldo fue positivo, siento que es mi casa y recibo a quien quiera llegar con el fin de pasarlo bien y en buena onda».
«A Pamela no la veía hace mil años y la verdad me sentí cómodo, siempre pensando en cómo quedarme con su pololo, jajaja. Veamos cómo sigue avanzando este proyecto… Fue simpática aunque aún no se dónde tiene el ombligo, jajaja. Pero obviamente les contaré todos los pormenores en comerciales y si es necesario le diré ‘instrúyete o vo’ creí que vengo de una pobla’, jajaja. Pero hasta ahora todo bien», añadió.
Rojas aseguró que Díaz «tiene un sentido del humor que hay que conocerlo para entenderlo pero presiento que esto puede resultar muy bien o muy mal jajaja. No hay términos medios… Solo dar las gracias a que en el programa y en el canal me permitan hacer lo que tenga ganas y de la forma que tenga ganas porque como el día que me sienta incómodo agarro mis maquillajes, mi cuerpo y me mando cambiar».
«Pero por ahora está todo en orden y solo tengo ganas de pasarlo bien, copuchar y seguir desenmascarando a la gente de la TV de la cual estamos juntos pero no revueltos», cerró.