No fue sorpresa que “Roma” se llevara el galardón a la Mejor Película Iberoamericana en la edición número 33 de los Premios Goya -evento que se está llevando a cabo en la ciudad de Sevilla, España-, cuando ya venía precedida de una infinidad de distinciones en diversos festivales internacionales.
Pero ésta marca un hito en la historia de la cinematografía mexicana: el Goya obtenido por Alfonso Cuarón permitió acabar con los casi 20 años sin premios para las producciones de ese país en España, siendo “Roma” la tercera película azteca en ganar esta presea a la Mejor Película Latinoamericana.
Además de las diez nominaciones a los premios Oscar (la más alta de la historia para una producción latinoamericana), también es la primera cinta que opta a la categoría de Mejor Película. A ello suma nominaciones a tres Globos de Oro, en las que terminó venciendo en las categorías de mejor director y mejor película de habla no inglesa; los siete BAFTA del cine británico, y el León de Oro de Venecia.
En esta ocasión, la cinta del mexicano Alfonso Cuarón logró imponerse a la chilena “Los Perros” de Marcela Said, que relata los efectos de la dictadura de Augusto Pinochet en la actualidad a través del relato de Mariana, una mujer de clase acomodada que se siente atraída por un ex coronel; al thriller policíaco “El Ángel” del argentino Luis Ortega que aborda la historia del asesino serial Carlos Robledo Puch; y a “La noche de 12 años”, producción uruguaya en la que Álvaro Brechner relata el cautiverio del ex presidente José Mujica durante la dictadura militar en su país.
“Roma”, filmada en blanco y negro y hablada en español y un dialecto indígena, está inspirada en la infancia del cineasta en los años ’70, a través de la mirada de una madre en proceso de separación (protagonizada por Marina de Tavira) y una niñera de origen indígena (Yalitza Aparicio) que queda embarazada luego de sus primeras experiencias sexuales, cuyas vidas muestran el retrato de conflictos domésticos y las jerarquías sociales de aquella época.