La actual Ministra Secretaria General de Gobierno, Camila Vallejo, fue invitada durante la mañana de este domingo para conversar con Rodrigo Sepúlveda en «Meganoticias Alerta», respecto a los asuntos más relevantes que involucran actualmente a su labor gubernamental.
Dentro de la entrevista, que estuvo marcada principalmente por temas relacionados a la crisis de seguridad que atraviesa el país, el periodista de Mega solicitó «tres minutos» para hacer una última pregunta.
Sin embargo, la consulta terminó por descolocar a Camila Vallejo, que reaccionó con un gesto de sorpresa. «¿Le gustaría ser presidenta», irrumpió Sepúlveda. «Solo le pregunto si le gustaría, son sueños, ideales, ¿está conforme con su cargo de ministra?», añadió a su duda.
«No estoy para hacer ese ejercicio hipotético, mi función ahora y en lo cual estoy muy agradecida es la confianza del presidente para acompañarlo en esta tarea de sacar adelante un programa de cambio, un estado de bienestar, que saquemos adelante las 40 horas, que tengamos un sistema de pensiones…», contestó la militante del Partido Comunista.
Con un gesto de negación, Vallejo aclaró que «yo no decreto carreras presidenciales, pero yo siento que hay mucho de ‘electoralización’ del debate. De caer en una lógica de populismo penal, cuando el contexto tiene tintes electorales».
«Por eso, para nosotros siempre es importante el llamado a la mesura y a equilibrar esta discusión. No podemos creernos todos los ‘sheriff’ y quien promete más mano dura», complementó en su respuesta.
El mea culpa de la Ministra Vallejo
Otro de los temas que Rodrigo Sepúlveda abordó en su conversación con Camila Vallejo, tuvo que ver con el cambio de postura del gobierno de Gabriel Boric frente a temas de seguridad, específicamente en lo relacionado al rol de Carabineros.
«Uno hace críticas, evidentemente, que yo considero legítimas, y hoy día es distinto. Hoy día nosotros tenemos que hacernos cargo de eso y tenemos que decir cómo mejoramos la institución, porque necesitamos mejores policías, con más preparación y capacidades», analizó la ex diputada.
Vallejo reconoció que «efectivamente, tuvimos exabruptos en el cómo planteamos los debates. Ahora, otra cosa distinta, es negar la legitimidad de ciertas críticas que se hizo a la institución. Si las negamos, no somos capaces de ver dónde tenemos que apretar las tuercas y mejorar».