El programa busca talentos de TVN, en su versión original, fue un trampolín para varias figuras de nuestro espectáculo, como es el caso de María José Quintanilla, Mario Guerrero, Daniela Castillo, entre otros. Un participante que los fanáticos del espacio recordarán, sin duda, es quien protagonizó una de las polémicas más sabrosas que ocurrieron en aquella época.
Rodrigo Cruz pasó a la historia del programa por haber denunciado, en vivo y en directo, que las votaciones telefónicas estaban arregladas, provocando una fuerte discusión en pantalla con Rafael Araneda, el «tío conductor», la que terminó con la renuncia en vivo del concursante y su arrepentimiento posterior, sólo minutos después.
A diecisiete años de lo sucedido, quien fuera el primer cantante eliminado de «Rojo Fama Contrafama» y que regresó al espacio en «La Revancha», conversó con Página7 y recordó la polémica que lo hizo famoso: «Creo que hubiese podido sacar provecho si es que hubiera sido menos temperamental, pero solté todo lo que sentía», declaró.
El detalle que se desconocía hasta el día de hoy, era el motivo por el que Cruz decidió regresar al escenario y pedirle disculpas a Araneda entre lágrimas. «Hay cosas que no se saben y no las quise decir, porque en ese tiempo mi papá trabajaba en prensa de TVN. Cuando renuncié, me tomó el director del programa y me retó. Me dijo ‘estás dejando mal al Rafa, al programa’ y entre eso, en donde todo era muy confuso, me dice: ‘esto quizás puede perjudicar el trabajo de tu papá’. Ahí quedé para dentro», confiesa.
«Me convenció con ese argumento, que era el trabajo de mi papá. Entonces volví y fue peor: pedí disculpas y me quebré, porque eran emociones bien intensas», relató, para finalizar contando que decidió no volver nunca más a «Rojo» cuando, terminando el episodio, habló con su padre y éste le aseguró que su fuente laboral no peligraba.
Rodrigo Cruz vive actualmente en La Serena, con su familia, y trabaja en una empresa de seguros, en el Área de Inteligencia de Negocios. Sobre su presente como cantante, sólo bromea: «Los karaokes no faltan».