El espacio busca talentos de TVN volverá a sus pantallas con una renovada versión en las próximas semanas, mayo para ser exactos. Mientras eso ocurre, estamos haciendo algunos recuerdos de momentos claves del original.
No podemos dejar pasar algunos romances que existieron durante los primeros años del programa y que hicieron suspirar a muchos televidentes, quienes seguían día a día las historias personales de sus concursantes favoritos. Sin embargo, también estaban los que nunca creyeron en estas relaciones y cuestionaban si eran reales, si eran inventos de los participantes para ganar popularidad o si la producción los obligaba a enamorarse en pantalla para subir la sintonía.
De esta manera, vimos nacer el incipiente amor de Rodrigo Díaz a la cantante más popular del espacio, Daniela Castillo, que terminó en una gran declaración del bailarín. Y no sólo eso, en un cumpleaños de Rodrigo, Daniela quiso sorprenderlo cantándole «No Sé Si Es Amor», de Roxette, pero terminó sorprendiéndola él, al darle un beso en los labios cuando finalizaba el tema.
También se especuló sobre el romance entre el conocido dúo cordillera, Leandro Martínez y María Jimena Pereyra, y hasta se dio a entender que María Isabel Sobarzo, cuando ya pololeaba con el intérprete de «Te Quiero», se ponía celosa de la argentina y existía entre ellos un triángulo amoroso.
Otro de los romances que se puso en duda fue el de Nelson Pacheco, quien llegó con un tremendo ramo de flores al círculo rojo, y llamó a María José Quintanilla para declararle su amor. Y hasta Christian Ocaranza tuvo un sorpresivo coqueteo en «El Rojo de Chile», cuando se le relacionó sentimentalmente con la participante Enyger Quezada.
Hoy, casi quince años después de esas primeras generaciones, algunos de los involucrados de esas cuatro historias románticas, tienen algo en común: están fuera del clóset. Rodrigo Díaz, Christian Ocaranza y Nelson Pacheco, se han declarado abiertamente gays y han presentado a sus parejas -y sus rompimientos- en la prensa; y María Jimena Pereyra, por su parte, se unió civilmente a su novia, Tania García, el 28 de febrero de este año.
¿Fueron reales los romances en ese momento? ¿Los participantes quisieron ganar pantalla inventando relaciones fuera del programa? ¿La producción quiso evitar que saliera a la luz pública la orientación sexual de sus participantes? Dudas que quizás, en esta nueva versión de «Rojo», podamos despejar.