Licitación complicada: Viña va a licitación este año en un contexto de crisis de la industria. Viña se ha revelado como un imán importante de sintonía, por lo que interés no creo que falte. La cosa parece estar entre Chilevisión y Mega. TVN no tiene espaldas económicas para meterse en esta pelea, y Canal 13 no parece tener mayor interés. Chilevisión, a pesar de todo, ha hecho una gran labor, y no vería con malos ojos que siguieran a cargo. Tienen años de know-how valioso y además han heredado muchas cosas buenas: intento honesto de privilegiar las competencias, apertura a nuevos estilos de humor, internacionalización del evento, los gags estilo Oscar de los inicios, etc.
Los animadores cumplieron: Rafael Araneda y Carola de Moras ya son los dueños de la Quinta Vergara. Si bien el record de Antonio Vodanovic resulta imposible de superar, el ex tío conductor se ganó su lugar en la historia del evento. Y Carola pasó de ser una tímida modelo a la cual nadie le tenía fe a ser una conductora hecha y derecha. Si el festival continúa en el canal del emoticón sonriente, lo lógico es que ambos sigan al mando del evento. De todas maneras, Chilevisión tiene buen recambio por si pasa algo: Carolina Mestrovic, Jean Phillipe Cretton y Macarena Pizarro.
Una cuenta pendiente en la dirección televisiva: Definitivamente, Alex Hernández dejó extraviada la sobriedad de ediciones anteriores y se acordó de su época de ideólogo de “Mekano” y “Yingo”. Fue mucho decir que directores históricos como Sergio Riesenberg y Alfredo Lamadrid, así como los managers de Jamiroquai coincidieran en las críticas a una dirección televisiva que llenó la pantalla de “paja molida” y que no se aburrió de mostrar a los pintamonos de platea vacilando en vez de lo que sucedía en el escenario. Si Chilevisión vuelve a ganar la licitación, veo complicado que le den nuevamente la responsabilidad a Hernández. Esto no es bueno para el evento, pues puede provocar que algunos artistas internacionales sean menos proclives a venir, o decidan traer a su propio director, como lo hicieron en su momento Sting y Elton John.
El eterno problema de la hora: Artistas como Illapu y Ha*Ash no merecen salir tan de madrugada. Creo que ya es la hora de considerar seriamente adelantar el inicio del evento al menos a las 21 horas. ¿Cuál sería el problema que el Festival comenzara a plena luz del día? Ya estamos acostumbrados a eso en eventos como Lollapalooza y la Cumbre del Rock.
Mejorar los homenajes: Ya el año pasado el tributo a Violeta Parra cojeó. Anduvieron bien con la obertura del primer día, pero guatearon en dos episodios. El indescifrable anti-homenaje a Nicanor Parra y, en especial, el hiper troleado “collage” que le regalaron a Miguel Bosé. Llama la atención que los mismos que anteriormente le hicieron tributos de lujo a Sandro y Gustavo Cerati se hayan caído tan feo este año. Urge mejor asesoramiento en estos temas.
Los featuring la llevaron: Este año nos llenamos de invitaciones y colaboraciones notables: Ha*Ash con Miguel Bosé y Prince Royce; Gente de Zona con Jesse & Joy; Carlos Vives con Wisin, Chocquibtown y Sebastián Yatra. Genial que Viña se sume a esta tendencia mundial. Se echó de menos algún crédito nacional. Me hubiera encantado ver a Luis Fonsi a dúo con Camila Gallardo, y a Augusto Schuster con su partner de Amango Denisse Rosenthal.
Propuestas para los próximos años:
- ¿Por qué no probar con una banda de K-Pop? Sería una genial forma de atraer al público millenial y de darle diversidad al evento.
- Lo de Ha*Ash este año, sumado a Mon Laferte y Lali el año pasado, son evidencia que Spotify y Youtube pasaron a ser una excelente referencia para traer artistas al evento.
- Creo que solamente dos números no le hacen justicia al excelente momento de la industria musical chilena. Este verano vimos en otros festivales a La Moral Distraída, Camila Gallardo, Denisse Rosenthal y otros haciendo grandes shows y demostrando que están en perfectas condiciones de asumir el desafío de Viña. Sondearon a Camila Gallardo para este año, pero la viñamarina discípula de Luis Fonsi prefirió guardarse para más adelante, tal como sabiamente hizo Myriam Hernández en los años 80. Tuvo la oportunidad de verla en el Casino Enjoy de Viña del Mar y es un lujo de artista, que con uno o dos años más de repertorio y experiencia sobre escenarios perfectamente podría replicar el fenómeno de Mon Laferte.
- Hay insistir con los anglos, que siempre son un aporte, pues cubren a los públicos adulto joven y adulto, y le suben el pelo al evento. Pero hay que aprender la lección del episodio de Jamiroquai. Vean los intermedios del Super Bowl, los Grammys, los Oscar, los grandes recitales, etc y se van a dar cuenta que la mayor parte de la atención de las cámaras están sobre el escenario. Lo de la “paja molida” audiovisual y mostrar a los pintamonos de la platea funcionará para el consumo interno, para “Mekano” y “Yingo”, pero si se pretende que artistas de clase mundial confíen la televisación de sus shows a profesionales chilenos, hay que saber estar a la altura.
Nuevamente la “erección” de reina: Este año el concurso de belleza más guarro de Chile volvió a su (bajo) nivel de siempre. Ni en elecciones de centro de alumnos de liceo hay tantas trampas y reclamos. El mismo recuento fue sumamente raro, realizado un día después de la votación. Ni Nicolás Maduro es tan burdo. La ganadora fue la cubana Betsy Camino, cuyo mayor hito es ser parte de la lista de conquistas de Julio César Rodríguez, en llegada fotográfica con su compatriota Lisandra Silva y la ex Miss Chile Camila Recabarren. Paralelamente, debutó el concurso de Rey, cuyo ganador fue Matías Vega. Todo se terminó en un piscinazo cargado de acusaciones escolares, con una puesta en escena pretenciosamente cuma con alusiones a Game of Thrones y Beyoncé, y que terminó con un vulgar “guatazo”.
El humor generó revuelo: Las rutinas estuvieron marcadas por la discusión sobre rutinas cargadas al feminismo, el tropezón de Bombo Fica, el nivel superlativo de Stefan Kramer, la consagración absoluta de Sergio Freire y la agradable sorpresa de Alejandra Azcárate. La irrupción del stand up y de excelentes comediantes extranjeros es una de las mejores herencias de Chilevisión. Sería genial ver a exponentes como los del Club de la Comedia de Antena 3, o argentinos como Radagast (de gran paso por Olmué el 2017), Ezequiel Campa, Malena Pichot o Malena Guinzburg. De Chile, queda pendiente ver a Nathalie Nicloux y Bernardita Ruffinelli.
El gran perdedor del evento: En algo hay que darle crédito al vapuleado Álex Hernández: le acertó medio a medio a su apreciación respecto al espectáculo de Bombo Fica. El pretencioso intento de music hall del purenino terminó contaminando lo que parecía una sandía calada. Sus reacciones posteriores marcadas por la histeria y falta de autocrítica, terminando manchando su traje blanco. Estuvo lejos de ser un desastre, pero claramente fue una decepción.
Revelaciones del evento:
1º) Alejandra Azcárate: dictó cátedra y demostró que se puede ser gracioso y puntudo sin caer en la vulgaridad. Llegó como la mayor incógnita del evento, y se fue como toda una crack. Le dejó tarea a sus colegas chilenas.
2º) Ha*Ash: Una banda para tener en cuenta en el futuro.
3º) Sergio Freire: Llegó sin hacer ruido y cobrando la tarifa más barata, y terminó sorprendiendo a todos.
4º) Gente de Zona: Grandes músicos y la encarnación máxima de la buena onda.
Lo “menos bueno” del evento.
1º) Jenny Cavallo: no anduvo mal, pero le pesó la falta de oficio
2º) Bombo Fica, por planificar mal su show y autoboicotearse sin necesidad.
3º) Prince Royce.
4º) Miguel Bosé, por sus notorios problemas de voz.
Lo mejor del evento:
1º) Stefan Kramer: un tipo de otro planeta. Que conquiste el mundo, porque talento tiene de sobra para ello.
2º) Jamiroquai y su clase magistral de pop bailable. Víctimas del descriterio de Alex Hernández y el talibanismo artístico del integrante de Quilapayún Eduardo Carrasco.
3º) Carlos Vives y su hermosa fiesta colombiana.
4º) Alejandra Azcárate
5º) Ha*Ash
6º) Luis Fonsi, quien hizo justicia a su estatus de estrella planetaria
Menciones honrosas: Europe, Illapu, Sergio Freire y Jesse & Joy.