Ayer, El Mostrador dio a conocer la defensa de la emisora de los hermanos Mosciatti a la demanda de la periodista por falta a sus derechos laborales, luego de que esta saliera a la luz el sábado 17 de diciembre a través de una cuenta de Twitter sin seguidores, en la que la acusan de agresividad, de mentir y de oportunismo.
Hace algunas semanas, Rayén Araya demandó a Radio Bío Bío por hostigamiento, humillaciones y desigualdad salarial, luego de que la despidieran en diciembre del año pasado. Además, en el escrito que presentó al 1° Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, los acusó de prohibir la sindicalización de los trabajadores y discriminación a las mujeres cuando se embarazan.
En un documento de 36 páginas, la radio se defendió duramente de los dichos de la reportera donde revelan que hay incongruencias, falsedades, como que ella fue quien eligió que le pagaran con facturas: «La señora Araya exigió esta modalidad, pero sabiendo y teniendo plena conciencia de lo que estaba haciendo. No es efectivo que la modalidad haya nacido de mi representada, mucho menos que haya tenido que ver con los derechos de maternidad, por el contrario, fue la demandante quien lo exigió”, relata el abogado en el escrito.
Además, asegura que ese sería su «modus operandis», ya que en 2011 Araya realizó una demanda similar a Mega, cuando cambió la administración del canal, llegando a un acuerdo con esta por 10 millones de pesos.
Según Araya, cuando comenzó a trabajar en la estación ubicada en Vicuña Mackenna, había a dado a luz hace un par de meses por lo que le indicaron que no la contratarían ya que no asumirían las responsabilidades que conllevan las normas de protección a la maternidad.
Más adelante, la misiva continúa de esta manera: “Rayén Araya ha demandado a Radio Bío-Bío, esmerándose en crear un relato, construido sobre la base de falsedades y omisiones, en que no ha trepidado, incluso, en involucrar a terceros con acusaciones gratuitas y ofensivas” y que las personas mencionadas en la demanda serán quien esclarecerán los hechos cuando comparezcan al juicio.
Para corroborar lo anterior, utilizaron unas declaraciones de la comunicadora a la Revista Paula en 2015: “Siento que me casé con esta radio. Aquí me aceptan como soy: puedo decir lo que quiera, no me piden que me cambie el color del pelo ni que me vista como señora para aparentar más edad, como me pasaba en la tele”.
Es por ello que el abogado se pregunta: “¿Cuál es la verdadera Rayén Araya, la de la entrevista, otorgada por propia iniciativa, o la de la demanda que dice que estaba a disgusto desde casi el primer día?”.
La misiva señala que el motivo del despido de la locutora se debió por «constantes problemas con todo su equipo de trabajo del programa matinal”, “incluido su compañero Alvaro Escobar”, y que la diferencia de salario entre el actor y ella de debe a la experiencia del primero.
“Alvaro Escobar es abogado de la Universidad de Chile; Rayén Araya cuando ingresó a La Radio no tenía título profesional y actualmente desconocemos si posee alguno. Avaro Escobar ha participado en teleseries de alta audiencia, fue diputado; Rayén Araya luego de estar en programas de cable, estuvo en canal 13 y Mega y su último trabajo, antes de ingresar a Bío Bío, era en UCV Televisión. Alvaro Escobar, durante 2017, estaba en el programa Más Vale Tarde, el más visto de la televisión chilena. Estaba con la obra de teatro Todas esas Cosas Maravillosas; Rayén Araya no tenía ninguna exposición en otros medios, además de Bío Bío», consignaron.
«Un dato más: Alvaro Escobar tiene público femenino, principalmente jóvenes de los 90, un público que buscan las radios informativas como Bío Bío. Actualmente Alvaro Escobar está en Chilevisión haciendo el programa Grandes Pillos, con gran éxito. Alvaro Escobar fue primera mayoría nacional cuando fue electo diputado por Maipú, Cerrillos y Estación Central, el con más electores de Chile. Las diferencias entre Alvaro Escobar y Rayén Araya existen, más allá del 3 por ciento, y más allá, también, de la disposición en laborar en equipo y generar condiciones amistosas de trabajo. Y, si extremamos los hechos, Rayén Araya tenía derecho a estacionamiento en la radio y Alvaro Escobar no”, continúa.
Sobre la acusación de discriminación a mujeres en gestación, el abogado asegura que “nos parece de un oportunismo gravísimo que se utilice para intentar obtener indemnizaciones que no corresponden. Lo anterior, más aun teniendo en cuenta que mi representada siempre ha sido respetuosa de los derechos de los trabajadores, especialmente de los de la demandante, a quien siempre promovió y permitió lograr desarrollo profesional en la compañía. (…) Nos parece que la demandante simplemente se está aprovechando de una situación para “ver” si puede obtener una ventaja económica”.
“En la empresa existen muchas mujeres, las cuales, como la demandante, se desarrollan en igualdad con sus pares hombres. Para que exista discriminación, debe necesariamente haber alguna situación especial que permita suponer que su despido se debió a la existencia de esa circunstancia, sin embargo, en este caso no hay nada de ello. En efecto, la actora alega discriminación por ser mujer, sin embargo, ello es falso, y como se ha señalado a lo largo de este escrito pretensor, el despido de la actora se basó en razones de carácter objetivas (necesidades de la empresa) y durante la relación nunca se le hizo sentir mal ni se le discriminó ni por su condición de mujer ni por su condición de madre”, sentencia el documento.