Este jueves se emitió en Estados Unidos el final de mitad de temporada, previo al break que se toman las producciones norteamericanas por las fiestas de fin de año como es de costumbre. El episodio, titulado «Let’s Go All To The Bar» dejó establecidos los cimientos para las tramas en lo que veremos por el resto de la temporada. Si no has visto la temporada 16, te recomendamos no continuar leyendo.
Por un lado, Bailey (Chandra Wilson) sufrió la pérdida del bebé que esperaba; Amelia (Caterina Scorsone) no tiene 20 semanas de gestación sino que 24, por lo que es muy probable que sea Owen (Kevin McKidd) el verdadero padre de su bebé y no Link (Chris Carmack); Jo (Camilla Luddington) se ofreció como voluntaria de refugio para los bebés que abandonan en la estación de Bomberos y terminó llevándose al menor a su casa. En tanto, varios médicos se encontraban en el bar de siempre cuando sorpresivamente un auto impactó en el local.
Sin embargo, lo más llamativo del noveno episodio fue la llegada de un nuevo personaje: el doctor Cormac Hayes (Richard Flood), el nuevo cirujano jefe del departamento de Pediatría, quien tuvo roces en primera instancia con Meredith (Ellen Pompeo) por su carácter determinante. Fueron varios los roces entre ambos para que luego él terminara cediendo: «Mira, Grey, esta es tu casa, pero alguien me ha dado la llave, así que será mejor que intentemos aprender a cómo convivir».
Esta frase llegó justo cuando Cristina le insistía respecto de un paquete que le había enviado y Meredith le aseguró que este nunca llegó. Lo que la cirujana general no había entendido es que no se trataba de una «cosa» sino que de una persona: Hayes, o como lo denominó la misma Yang, «McWidow (McViudo)». ¿Se convertirá en el nuevo interés amoroso de la protagonista, tomando en cuenta que su relación con Andrew (Giacomo Gianniotti) se encuentra en un ‘tiempo’?
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