La semana pasada, luego de pasar una semana de encierro, se concretó la primera noche de eliminación del reality que Chilevisión transmite por sus pantallas. En la ocasión, el deportista y creador de contenido fue el elegido por el público para ser el primero en dejar la competencia.
En ese contexto, Benjamín Lagos fue el primero en abandonar la casa de «Gran Hermano» y, post eliminación, su paso por el set, conversando con el panel experto, también causó revuelo, puesto que su manager se puso a discutir con Francisca García-Huidobro.
Según indicó Lagos posteriormente a La Hora TV, el joven de 22 años logró formar amistad con participantes como Fernando Altamirano, Alessia Traverso, Maite Phillips, Hans Valdés, Ariel Wuth y Lucas Crespo, de quien destacó “su sencillez, humanidad y por ser tal cual es. Una persona muy transparente”, aseguró.
Con relación a su paso por el reality, el influencer sostuvo que «fue una experiencia increíble». «Fueron días duros, en los que se pierde la noción del tiempo… Yo al menos me dediqué a mostrarme tal como soy, muchos me dicen que la embarré, pero yo no quería ser un personaje, quería entregar un mensaje«, manifestó.
Su respuesta a quienes le llaman «cuico»
En esa línea, cabe destacar que muchos de los telespectadores que lo criticaron con dureza apuntaron a que era un personaje negativo y apuntaban a que era «un cuico». “Si me siento cuico o no, depende de la definición de cuico, si sentirse cuico es por donde uno nació, definitivamente seré cuico, ahora, si sentirse cuico es por las acciones que uno toma, por los estereotipos que existen, de todas maneras no”, expresó.
De igual manera, hizo hincapié en que era un muchacho tranquilo, alejado de los estereotipos. “Yo no estoy aferrado a ser un zorrón de decir ‘vamos este finde a la casa de tal’, oye yo no, a mí me gusta estar en la casa encerrado, regalonear con mi mamá, surfear, salir con mi polola y ya está, hacer ejercicio, tomar mate y poco más…”, afirmó.
Finalmente, consultado por los comentarios negativos y los detractores que generó en su paso por el programa, Lagos se mostró tranquilo. «Está perfecto sentir resentimiento, es un trabajo personal de cada uno… si alguien piense que ‘cuiquear’ a la gente es válido, que lo siga haciendo, yo no estoy para juzgar a nadie, si la gente piensa que mi mensaje está menos validado por donde yo nací, está perfecto, que sigan hablando», concluyó.