El artista se encontraba grabando un videoclip junto a Young Cister y más de cuarenta personas en un galpón en San Joaquín, cuando fueron sorprendidos por Carabineros y seguridad municipal.
A raíz de eso, Pablo Chill-E junto a otras siete personas pasaron este lunes a control de detención, por ser reincidentes en este tipo de delitos, donde se decretaron las medidas cautelares de arraigo nacional y arresto domiciliario nocturno.
Tras esto, el cantante junto a su equipo emitieron una declaración pública donde explicaron que tras la invitación que recibieron de Young Cister, asistieron a la grabación con todos los permisos pertinentes, desde Comisaría Virtual, lo que fue omitido por la policía al momento de la detención.
Con esto, el cantante de trap acusó hostigamiento policial y de la prensa, agregando que el 16 de enero le requisaron su pasaporte sin dejar constancia oficial.
Además, apuntaron a los medios por la cobertura del supuesto concierto clandestino a fines del mismo mes, siendo que se trataba de “la conmemoración de 1 año del fallecimiento de un amigo de la familia de Pablo”.