De poco dulce y sobre todo de agraz fue su matrimonio con el actor Jorge Guerra, relación de la que nacieron dos hijos. Sin duda, las mayores alegrías de Gloria Münchmayer, quien develó diversos aspectos de su vida privada y pública en conversación con Francisco Saavedra.
Las confesiones de la destacada actriz y única latinoamericana ganadora hasta ahora de la Copa Volpi que entrega el Festival Internacional de Cine de Venecia a la Mejor Actriz, ocurrieron en el marco de la conversación que sostuvo con el animador en el programa “Te paso a buscar” de Canal 13.
Quien interpretara a la villana en la icónica teleserie “Los Títeres”, detalló algunos de los complicados episodios que caracterizaron los años en los que estuvo casada con quien diera vida a la figura de Pin Pon, que finalmente decantaron con el término de la relación.
“Tenía todas las ganas (de que funcionara el matrimonio), pero fue él el que se enamoró de otra mina. En el fondo lo eché cuando me di cuenta”, detalló la intérprete. Devino entonces una conversación donde Jorge Guerra le dijo de que no estaba seguro de la relación con la otra persona, ante lo que la actriz fue inflexible. “No vengas con cosas de inseguridades, te vas hoy día y se acabó la cuestión; si te arrepientes, ahí veremos si nos juntamos de nuevo, si estás con la duda no quiero que te quedes aquí’. Y así que le hice la maleta y se fue”, detalló la actriz.
Tras el quiebre, Gloria Münchmayer se convenció de una cosa: que las relaciones amorosas no son para siempre. “Me casé y quedé vacunada contra el matrimonio. Creo en las relaciones profundas, estables, pero con plazos definidos, cada ocho años, renovables… Es muy difícil que tú seas la misma persona que cuando te casaste. Y los que lo logran es por una capacidad de adaptación muy grande”, reconoce.
Sola con sus entonces dos pequeños, Catalina, de dos años, y Jorge, de cuatro, se las arrregló para salir adelante, luego de que su ex marido se fuera de Chile autoexiliado y no recibiera de manera constante aporte económico para ellos.
El fuego teatral
En la oportunidad, la actriz también relató las inseguridades profesionales que le trajo sus años en pareja, tiempo en que decidió, “por tonta”, como ella mismo lo explica, de abandonar la actuación. “Jorge me influyó mucho en que dejara de actuar. ‘Tú no te inflamas, no te veo inflamada por la actuación’, me decía. Y yo respondía: ‘En realidad no me inflamo, así que mejor me dedico a otra cosa’. Y así empecé a estudiar interpretación de traducción en inglés y francés”, detalló, asegurando que Guerra no permitió que ella brillara. “Él era el artista de la familia, de la casa y había que facilitarle su vida de actor”.
Hoy, dice, que aquello, más que un acto de amor, fue una “hueá con patas y eso significó que tuve que ir al psicólogo después, porque cuando él se fue, no sabía quién era yo”, le confesó a Pancho Saavedra.
El tiempo le demostró cuánto valor había dentro de ella, desde aquellos días cuando Jorge Díaz, Claudio Di Girolamo y Jaime Celedón la vieron en el Teatro Aficionado Universitario de Valparaíso y la invitaron a probar suerte como actriz en Santiago. A sus 84 años, muchas obras, teleseries, programas de televisión y películas dan cuenta del amplio registro actoral que ha marcado su carrera. Sin embargo, las luces y los aplausos, para Gloria Münchmayer son algo circunstancial.
“El éxito no significa nada, porque yo no lo hago, no lo creo, yo no lo invento. El éxito es de los demás, los que producen el éxito que me llega a mí, porque yo no trabajo para el éxito, trabajo para hacer las cosas bien. Y si por añadidura tiene éxito lo que hago, fantástico”, expresó satisfecha.