Maureen Junott, Angela Sullivan, Vanessa Karelli e Ignacia Oxmans hablaron sobre las carencias que vive el rubro en época de pandemia, considerando que todos sus lugares de trabajo fueron cerrados.
De esta forma, las destacadas artistas del transformismo nacional conversaron con el medio La Voz De Los Que Sobran, donde revelaron las dificultades que han debido atravesar en el último año, considerando que sus fuentes laborales pasaron a ser ilegales.
«Extraño compartir con mis compañeras, que van a volver más veleidosas que nunca. La verdad han sido momentos complicados, en un momento se acabó la plata que tenía ahorrada y ahí dije, ya ¿Qué voy hacer?», comenzó expresando Ignacia Oxmans.
«En un momento estaba quedando la cagá en China y en Europa, nosotras hueviávamos con el tema en los shows, pero pasaron dos semanas y quedamos todas sin pega. Incluso algunas de mis compañeras tuvieron que vender sus cosas para tener algo de plata», agregó.
Por su parte, Vanessa Karelli resaltó la realidad que viven las artistas del transformismo en circos: «Ellas pertenecen a un segmento del transformismo que esta super dejado de lado, ¿cachái? Trabajan todo el año casi siempre en bingos y esas cosas. No tienen el resguardo de una discotheque, que es un poco más estable».
Con 22 años de trayectoria, Angela Sullivan revela que su sustento diario proviene de otros medios: «He pasado por la mierda, por todos lados, ya viví la experiencia de estar como transformista al 100%, pero hay que pensar en lo que me espera más adelante (…) Del transformismo yo siempre he sacado plata para mí, igual aportaba un poquito a mi casa, pero tuve que pensar que no siempre iba a poder ser transformista, que es un oficio exigente y caro. Ahora estoy trabajando en la cadena KFC que me está dando harto, puedo apoyar a la casa y darme gustos que yo antes no podía».
Finalmente, la reconocida Maureen Junott contó pormenores de «Teledragton», evento que duró 27 horas y que fue organizado con el fin de ir en ayuda de aquellas artistas que se vieron afectadas por la pandemia.
«Era la primera vez que se hacía esto, entonces había que hacerlo con prudencia, porque no sabíamos si íbamos a generar un interés en el público. Me di cuenta de que somos muchas más de las que pensábamos y que estuviéramos todas unidas fue una cosa inédita».