Su último trabajo televisivo fue en Canal 13, participando en «Aquí Somos Todos», pero también trabajó en el departamento de prensa de Televisión Nacional y llegó a ser panelista de «Muy Buenos Días».
Matías Vera Burboa reportó que este sábado, durante la madrugada de este sábado, sufrió un violento asalto a la salida de la discoteque Illuminati, en barrio Bellavista, de Santiago, junto a su pareja y una amiga. El comunicador fue atacado por un grupo de cinco asaltantes, que le dieron una golpiza y le robaron su celular.
En ese aspecto, en entrevista con LUN, declara que lo que más le impresionó es que, pese a ser golpeado en el piso, no recibió ayuda de nadie. «Fui al cumpleaños y cuando terminó la fiesta en la disco, puse un pie afuera y venían dos personas que me empujan y el teléfono se me cae. Luego aparecen dos personas más y me empiezan a agarrar a combos«, relató.
Burboa sostuvo que se trató de «golpes brígidos», puesto que recibió daño severo en su cara y cráneo. A pesar de todo, no opuso resistencia, pero los delincuentes hicieron ver que se trataba de una riña para que las demás personas no intervinieran
«La gente no cachaba (sic) que era un asalto, sino que una pelea no más. Se metió mi pareja, mi amiga y nos pegaron a los tres. Quedamos en el piso. Los gallos lo único que decían que ‘para qué pegan’. La gente de la disco no hizo absolutamente nada. Y estábamos en la puerta», sentenció.
«Nadie hace nada»
Después de la agresión, los ingresaron a la discoteque, donde les dieron agua, descansaron un poco y luego se fueron a casa, donde su madre los recibió y su amiga comenzó a bloquear cuentas, para evitar estafas. Al respecto, Burboa señaló que no puso una denuncia, porque es la segunda vez que lo asaltan. La primera vez, hizo el trámite, pero nada ocurrió.
El periodista indicó que rastreó el dispositivo, encontrándose ubicado en el centro de Santiago. «Me dan ganas de ir a buscarlo, pero siento que es arriesgarme y arriesgar a mi acompañante. Los gallos fueron súper violentos y para que me vuelvan a pegar, no. No quiero exponer a nadie a salir dañado. Me pegaron muchísimo», se sinceró.
Finalmente, Matías confesó sentirse mal físicamente. «Estoy muy adolorido (…) Mi pareja quedó con dificultades para caminar, dice que está bien, pero habrá que ver su evolución», afirmó. De igual manera, manifiestó que no está tan afectado por el teléfono en sí.
«Me molesta la violencia innecesaria. Si ya me lo habían quitado, ¿para qué me agarran a combos? Acá reflexionas que nadie hace nada. Éramos tantas personas, cómo no los íbamos a contener. Lo peor es que yo ando con gas pimienta y no atiné. Fue todo tan violento que no se me ocurrió meterme la mano a los bolsillos. Al menos podría haberlos inmovilizado», reflexiona para concluir.
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