Tras 149 emisiones, la teleserie vespertina dijo adiós a la pantalla con un final bastante feliz. Su personaje logró superar la operación y junto a Amparo y Antonio disfrutaron como una familia. «A partir de ahora nunca más nos vamos a separar», dijo el camionero antes de que se subieran a la máquina a disfrutar de la ruta unidos.
Tras la emisión del capítulo, María Elena Swett confesó que a Ema Kaulen «le tocó una vida bien horrorosa: no pudo ser mamá y adopta una hija, que adora, pero no logra tener una vida tranquila junto a ella. Por otro lado aparece el padre biológico de la niña y se enamora de él, su matrimonio es un desastre, su mejor amiga la engaña con el marido, tuvo un accidente en auto. ¡O sea, qué onda la cantidad de tragedias! Yo creo que lo del tumor cerebral ni siquiera viene siendo una tragedia más, sino que es una consecuencia de esta vida que le tocó. Nadie con una vida así puede terminar sana».
Consultada por cuál habría sido el mejor final para su personaje, la actriz fue sincera al confesar que «hay dos sucesos que fueron impactantes para todo el elenco. En primer lugar cuando llega la noticia al set de que Ema puede morir de verdad. Fue muy sorprendente, porque estamos acostumbrados a los finales felices. Y después al enterarnos de que grabaríamos dos finales. Como experiencia para mí fue súper marcadora».
«A mí, en lo personal, sin lugar a dudas, me gustaría que Ema descansara, que muriera. Si bien está la Amparito, considero que una madre nunca se separa de su hijo, ni siquiera la muerte los puede separar. Para mí la muerte no es el fin de algo sino un paso», sentenció.