Durante la tarde de este domingo, se vivió un nuevo episodio de «De Paseo», programa conducido por María José Quintanilla. En esta ocasión, la conductora de «La Hora de Jugar» recibió como invitado a nada más ni nada menos que Juan Andrés Salfate.
En esta especial reunión, Quintanilla y Salfate visitaron el Cementerio General, lugar donde el comunicador le dio un tour, hablando de curiosidades de las tumbas y contando algunas leyendas y mitos urbanos propios del escenario.
Fue en medio de la caminata, que algo extraño le comenzó a ocurrir a María José. “Ay, no, espérate. No, escucha mi audífono como suena. Mira, espérate, suena”, expresó la intérprete algo inquieta, mientras que Salfate tomaba el auricular y escuchó.
¿Una psicofonía?
En ese momento, Juan Andrés reaccionó y le explicó que el audífono «se interfirió». Acto seguido, Quintanilla volvió a ponerse el aparato, para explicarle al público el problema que se genera si no cuenta con la herramienta.
“Ya, ahora sí… ay, por qué me pasan esas cosas a mí. Miren, yo tengo este audífono donde tengo comunicación con mi jefe que me da información y me reta”, bromeó. «De repente, estaba caminando, empezamos a hablar sobre la novia… espera que todavía estoy… de repente empieza mi audífono, se los juro, a sonar. Menos mal que lo escuchaste”, advirtió, temiendo que no le creyeran.
“Ya, podemos seguir, pero tráiganme agua“, solicitó algo alterada la conductora del espacio. En ese sentido, Salfate postuló que se trataba de un fenómeno llamado «psicofonía», que es cuando los muertos o espíritus intentan comunicarse por medio de aparatos tecnológicos.
Finalmente, momentos después, María José Quintanilla volvió a experimentar la misma situación “Otra vez, se los juro”, mencionó. Ahora, sabiendo lo que ocurría, se mostró nerviosa, pero igualmente continuaron su camino.