Llevan 25 años de relación, pero desde hace ocho, ya no tiene la misma dinámica de conversaciones, salidas y reflexiones compartidas. Eso, desde el día en que a Augusto Góngora le diagnosticaron alzheimer y la rutina que habitualmente llevaban de a dos, poco a poco fue quedando solo en manos de Paulina Urrutia.
“Muchas otras personas están viviendo lo mismo y saben que una se empieza a volver loca por el nivel de exigencia, de dolor, el duelo permanente y larguísimo. Es una muerte en cámara lenta donde día a día, hora a hora y minuto a minuto, vas perdiendo algo de esa persona y eso es abrumador. Pero al mismo tiempo es lo más bello”, comentó la actriz en julio de este año, cuando fue entrevistada por Martín Cárcamo para el programa “De Tú a Tú” de Canal 13.
En aquella oportunidad, la también ex Ministra de Cultura entregó algunos detalles de su ‘nueva’ vida al lado de su marido y el fuerte vínculo que los une a pesar de la enfermedad, y fueron precisamente esos aspectos los que decidió abordar Maite Alberdi, la galardonada cineasta nominada a los premios Oscar por el documental “El agente topo”, en su próxima creación audiovisual.
“La memoria infinita” se llama el quinto largometraje de la directora, en el que relata el duro camino de un matrimonio tras el diagnóstico de este mal irreversible. Para ello, tomó como protagonistas a Paulina Urrutia y Augusto Góngora, y el impacto de la enfermedad que desde 2014 acompaña al reconocido periodista y productor de televisión, que estuvo a cargo de icónicos programas que pasaron por la pantalla chilena.
En noviembre, la película participará en IDFA Forum, el evento más importante dedicado a proyectos de cine de no ficción con sede en Amsterdam, en donde el trabajo de Alberdi ha sido anunciado como “una íntima meditación sobre el amor y la memoria, que observa a una pareja lidiando con el alzheimer durante un período de cuatro años”. En la oportunidad, la realizadora viajará junto a representantes de Fábula, coproductores del proyecto.
En tanto, Micromundo Films, espacio encabezado por la cineasta chilena, ha dicho que en el documental, “los protagonistas temen el día en que él ya no la reconozca”. Un temor que acompaña a Paulina Urrutia, pero que ha trabajado para atesorar cada gesto de su pareja en el deseo de seguir viéndolo como la persona que siempre ha sido, tal como lo relató en la conversación que sostuvo con Martín Cárcamo.
“El Augusto nunca ha dejado de ser el Augusto. Lo miro a sus ojos, cómo se ríe, las cosas con las que goza, y nunca he dejado de reconocerlo. Y él, hasta el día de hoy en su máxima desesperación, cuando se para y mira, grita ‘¡Pauli’!, y le digo: ‘Augusto, aquí estoy’. Y yo creo que no me ve, pero sabe que estoy ahí”.