La reconocida actriz, quien interpretó a Izzie Stevens en el drama médico, conversó con el medio Washington Post, donde tocó delicados temas sobre su salud mental, luego de conocer la fama mundialmente.
Es así como Katherine Heigl reveló las inmensas dificultades que tuvo que afrontar luego de salir de «Grey’s Anatomy», serie donde se ganó una inmerecida fama de intérprete conflictiva y poco profesional.
«En ese momento, me dijeron rápidamente que me callara. Cuanto más dije que lo sentía, más pedían mi silencio. Cuanto más aterrorizada y asustada estaba de hacer algo mal, más me parecía que realmente había hecho algo horrible», comenzó revelando la actriz.
Además, agregó: «Puedes ser la persona más horrible, difícil e intratable del planeta, pero si les estás haciendo ganar dinero, seguirán contratándote (…) Sabía que cualquier cosa que yo hubiese hecho y que ellos consideraran terrible, la pasarían por alto si les hacía ganar dinero. Pero luego mis películas empezaron a no recaudar tanto».
Esta situación desencadenó profundos problemas en su vida personal: «Creo que mi familia, mi madre, mi esposo, mis amigos estaban asustados. Y lamento profundamente haberlos asustado así. Pero simplemente no pude controlarlo. No tenía herramienta».
«Le pedí a mi madre y a mi esposo que me encontraran un lugar adonde ir que pudiera ayudarme porque sentía que prefería estar muerta (…) No me di cuenta de la ansiedad con la que estaba viviendo hasta que me puse tan mal que tuve que buscar ayuda de verdad», complementó.
Finalmente, Heigl defendió su forma de vivir: «Descubrí que tengo el control. Me siento más feliz ahora que a los 35 o a los 25 (…) Llegué a aceptar que la ambición no es una mala palabra, y que no me hace menos femenina, amorosa y cariñosa ser una mujer ambiciosa, tener grandes sueños y grandes metas».